Francisco recuerda a 137 colegios que el mundo no se cambia «tumbados en el sofá»

«En una sociedad prisionera de la cultura del descarte, os pido que seáis protagonistas de la inclusión», ha dicho el Papa a los 6.000 alumnos y profesores que lo han visitado en el Aula Pablo VI del Vaticano durante la mañana del 19 de abril. Proceden de las Escuelas de Paz, un conjunto de 137 centros repartidos por 18 ciudades italianas y que promueven una educación solidaria para niños y adolescentes de entre 6 y 18 años.

Francisco les ha señalado que cambiar el mundo «es un sueño que requiere estar despierto y no dormido». Algo que, a su juicio, se logra, en vez de estando «tumbados en el sofá, utilizando bien los medios y no perdiendo el tiempo en las redes sociales».

El Pontífice ha pedido a los estudiantes su «compromiso constante» para afrontar las numerosas crisis que atraviesa el planeta. «No podemos limitarnos a delegar nuestras preocupaciones sobre el mundo futuro y la resolución de sus problemas a las instituciones», les ha emplazado. Siguiendo con ese razonamiento, se ha alejado por un momento de su texto escrito para pedir a los asistentes que «piensen en los niños que están en guerra», especialmente «en los niños ucranianos que se han olvidado de sonreír» y los «niños en Gaza, bombardeados, que pasan hambre».

La Cumbre del Futuro de la ONU «es importante»

Durante su encuentro con los jóvenes, Francisco les ha explicado que la próxima Cumbre del Futuro que la ONU celebrará en Nueva York del 22 al 23 de septiembre será «un acontecimiento importante». En ella se firmará un Pacto para el Futuro, pero según el Pontífice no basta con eso, por lo que les ha solicitado «vuestra contribución para que esto no se quede solo en el papel, se concrete y se realice a través de caminos y acciones para el cambio».

Finalmente, ha dado las gracias a los jóvenes porque «con pasión y generosidad os comprometéis a trabajar en la obra del futuro». Y cada día «superáis la tentación de una vida centrada solo en el hoy, que corre el riesgo de perder la capacidad de soñar a lo grande».