El Papa reconoce las virtudes heroicas de dos sacerdotes españoles - Alfa y Omega

El Papa reconoce las virtudes heroicas de dos sacerdotes españoles

Se trata de Vicente López de Uralde Lazcano, religioso marianista, y de Miguel Costa y Llobera, canónico de la catedral de Mallorca y poeta

Redacción
Miguel Costa y Llobera y Vicente López de Uralde.

El Papa Francisco ha reconocido este jueves las virtudes heroicas, uno de los pasos indispensables hacia la beatificación, de dos sacerdotes españoles. Se trata de Vicente López de Uralde Lazcano, religioso marianista, y de Miguel Costa y Llobera, canónigo de la catedral de Mallorca y poeta, informa EFE.

El Pontífice ha firmado el decreto que les otorga el título de venerables tras mantener una audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto Dicasterio para las Causas de los Santos, en el que también se da el visto bueno a las virtudes de cuatro italianos: Francesco Mauro, Giovanni Barra, María Margarita Diomira del Verbo Encarnado y Bertilla Antoniazzi.

López de Uralde Lazcano, conocido como el padre Vicente, nació el 22 de enero de 1894 en Vitoria y falleció el 15 de septiembre de 1990 en Cádiz. En 1905 ingresó en la Compañía de María [marianistas] y fue ordenado como sacerdote en la capital gaditana, donde permaneció más de 60 años y recibió la Medalla de Oro de la ciudad.

Fue profesor, capellán y confesor apreciado por alumnos, exalumnos, sacerdotes y demás fieles del colegio San Felipe Neri de Cádiz.

Por su parte, Costa y Llobera nació el 10 de marzo de 1854 en Pollensa (Mallorca) y falleció el 16 de octubre de 1922 en Palma de Mallorca. Fue canónigo de la catedral de Mallorca y un prolífico poeta en lengua catalana. Cultivó la poesía romántica con escritos como El pino de Formentor.

Nacido en el seno de una familia noble y rica, eligió la vocación sacerdotal a pesar de la oposición inicial de su padre. Apasionado predicador y confesor, hombre de oración, fue también profesor de Arqueología Sagrada y de Historia de la Literatura. Quienes lo conocieron lo describen como un «hombre muy piadoso e ilustrado».