Los seminaristas de Madrid con Francisco: «El Papa quería escucharnos y lo ha hecho» - Alfa y Omega

Los seminaristas de Madrid con Francisco: «El Papa quería escucharnos y lo ha hecho»

Llevaba un discurso, pero no lo leyó. Casi dos horas dedicó el Pontífice a atender las dudas de los futuros sacerdotes de Madrid y a responder sin límites. Discernir, pedir perdón y vivir la eclesialidad son algunas de las claves que les ofreció

Cristina Sánchez Aguilar
Francisco durante el encuentro con los 84 seminaristas de Madrid y sus formadores
Francisco durante el encuentro con los 84 seminaristas de Madrid y sus formadores. Foto: Vatican Media.

Entregó a los presentes el discurso que llevaba escrito y lo dio por leído. En él, decía al cardenal José Cobo que los seminaristas son «el tesoro más preciado» de su arzobispo. Pero durante las cerca de dos horas que Francisco dedicó a los seminaristas de Madrid el pasado sábado, 3 de febrero, en el Palacio Apostólico, lo que se dio no fue la comunicación unidireccional, sino el diálogo con un padre «que ha abierto su corazón», como dijo el cardenal a la prensa en la plaza de San Pedro al término del encuentro. «El Papa quería escucharnos y lo ha hecho. Todas las preguntas las ha respondido y nos ha contado cosas de su historia; ha sintonizado». El resumen de la jornada, que fue a puerta cerrada, es que «nos ha dado claves para la vida en el seminario y para la vida de los seminaristas». Entre ellas, «aplicar el discernimiento y el arte de pedir perdón», además de recalcar la importancia de «vivir dentro de la diversidad y saber lo que significa la eclesialidad», resumió el arzobispo de Madrid.

El Pontífice, asombrado del nutrido grupo que acudió a visitarlo —de unas 100 personas entre estudiantes y sus formadores, reflejo de la fortaleza vocacional de la archidiócesis madrileña— «se puso bastante a tiro», asegura Mauricio Oriol, seminarista de segundo curso. Tanto que fue el mismo Papa quien tiró del hilo para que preguntas más controvertidas no se pasaran por alto. Como las dificultades que se afrontan en la vida eclesial con las diversas corrientes actuales; las críticas al Papa o el problema de las formaciones paralelas. También insistió en los peligros a los que se enfrentan los futuros presbíteros, como «reducir la fe a una ideología» o enredarse en las críticas, «algo que corroe la vida de la Iglesia». Guillermo Cruz Fernández, director espiritual del seminario, recuerda en este punto cómo el Pontífice «utilizó una expresión que suena fuerte: “Digan las cosas a la cara”».

El cardenal Cobo saluda al Papa durante la visita privada, que duró casi dos horas
El cardenal Cobo saluda al Papa durante la visita privada, que duró casi dos horas. Foto: Vatican Media.

No hubo durante el encuentro una preocupación repetida. Los jóvenes quisieron saber cosas tan variopintas como el modo de rezar del Santo Padre, la forma de afrontar y acompañar las adicciones o también, por qué no, curiosidades de la vida personal del Papa. Antonio Vázquez, por ejemplo, estaba preocupado por cómo acercarse a los jóvenes en este momento actual de bombardeo informativo. Francisco le aseguró que en su propio testimonio y en la oración se encuentra la clave. «Que nuestra vida sea coherente con lo que vivimos». Álvaro Simón, en cuarto curso, señaló que salió animado por «ver a un Papa humano, como nosotros». Se lleva «que nos ha animado a ser generosos y a estar cerca de la gente» y, sobre todo, que «nos ha dedicado tiempo en su agenda y en su ancianidad; ver que sigue dando la vida te motiva». Esto también removió a Alberto del Olmo, en quinto. «Es increíble el testimonio de su persona y de su vida entregada». Y cuenta que, si algo le ha cambiado tras este paso por la Santa Sede es «el sí de este hombre. El Señor se ha fiado de los débiles para permanecer en la historia y en la humanidad».

Reacciones

Mauricio Oriol. Segundo curso

«El Papa nos puso como ejemplo Pentecostés y el lío que se formó en aquella Iglesia variopinta en la que todos se entendían, porque está guiada por el Espíritu».

Carlos Tejedor. Tercer curso

«Francisco nos insistió en la obediencia, pero no desde criterios humanos, que es lo típico. Es una obediencia que entra en el misterio, en la voluntad de Dios».

Oriol agradece que el Santo Padre se centrase «en lo concreto de nuestros días como seminaristas para dar respuesta a los grandes temas, no en darnos una explicación teórica». Y Carlos Tejedor, ahora en tercer curso, destaca la importancia de «la advertencia que nos ha hecho sobre vivir la comunión, tanto dentro como fuera del seminario». Añade Tejedor el beneficio de conocer al Pontífice de cerca, «ya que en ocasiones lo único que llega de Roma son nuevos documentos y revuelos», y, en su primera visita a Roma —y por tanto, a la basílica petrina— se lleva la importancia de «la universalidad de la Iglesia». Esta fue la línea inicial que siguió el cardenal Cobo durante la Misa con los seminaristas y formadores en una de las capillas de San Pedro, al término de su encuentro con el Papa. «Tener conciencia de la catolicidad es fundamental», aseguró. «Hace falta salir de casa y venir a Roma para comprobar que hay cosas más grandes».

Francisco, que ha dedicado en los últimos meses una atención especial a los seminarios españoles —tras enviar a los visitadores uruguayos y recibir a todos los obispos para hablar del tema en Roma—, reconoció su preocupación al respecto y ponderó lo fundamental que es la fomación «espiritual, intelectual y la vida comunitaria», propuestas a las que añadió —a todas— la palabra «seria», recalca Cruz. La vinculación con el obispo, con los curas y con el pueblo de Dios fueron otras de las peticiones del Pontífice a estos jóvenes.

El rector, dos seminaristas y Cobo atendieron a la prensa en la plaza de San Pedro
El rector, dos seminaristas y Cobo atendieron a la prensa en la plaza de San Pedro. Foto: Arzobispado de Madrid,.

El rector, José Antonio Álvarez, agradeció en varias ocasiones a la archidiócesis el esfuerzo de mover a un centenar de personas hasta la Ciudad Eterna. Pero, dijo conmovido tras la visita, «estamos con Pedro y queremos vivir unidos en la misión de la Iglesia».

RELACIONADO