El Papa pide rezar por una regulación «estricta» de las finanzas

El Papa quiere que este mes se dedique a rezar «para que los responsables del mundo financiero colaboren con los gobiernos para regular los mercados» y «proteger a los ciudadanos en peligro». Es la intención que Francisco ha encomendado a El Vídeo del Papa para el mes de mayo. Con ello, anima a promover «un proceso de cambio global para practicar una economía diferente, más justa, inclusiva, sostenible, que no deje a nadie atrás». Y en la que «las finanzas sean un instrumento» para «servir a la gente y cuidar de la casa común».

El Santo Padre ha elegido esta cuestión debido a la gran lejanía que percibe entre las grandes finanzas y «la vida de la mayoría de las personas». Los trabajos, afirma, los crea la «economía real», un ámbito que está en crisis. «¡Cuánta gente sin trabajo!», lamenta. Pero, al mismo tiempo, «los mercados financieros nunca han estado tan inflados como ahora».

El Pontífice insiste en la necesidad de «regular estrictamente» las finanzas para que no se conviertan en «pura especulación animada por algunas políticas monetarias». Una situación que «es insostenible, es peligrosa». Porque sin regulación, «los pobres vuelven a pagar las consecuencias».

«Los mercados no se gobiernan a sí mismos»

Esta edición de El Vídeo del Papa cuenta con la colaboración del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. No es la primera vez que Francisco dirige su mirada a este problema. Hace justo un mes, el 4 de abril, dirigió una carta al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional en la que subrayaba que «muchos de nuestros hermanos y hermanas en la familia humana, especialmente los que están en los márgenes de la sociedad, están efectivamente excluidos del mundo financiero».

«Los mercados, sobre todo los financieros, no se gobiernan a sí mismos», añadía. «Deben estar respaldados por leyes y reglamentos que garanticen su funcionamiento para que garanticen que las finanzas, en lugar de ser meramente especulativas o de financiarse a sí mismas, funcionen para los objetivos sociales tan necesarios en el contexto de la actual emergencia sanitaria mundial».

Según datos aportados que el dicasterio recuerda a Vatican News, en 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) mundial sufrió su caída más pronunciada desde el final de la Segunda Guerra Mundial: millones de personas quedaron desempleados o sus puestos suspendidos, y los gobiernos inyectaron miles de millones de euros en sus economías para evitar daños mayores. Por otra parte, la recuperación durante el 2021 es muy incierta y se observa una desigualdad preocupante.

«La pura especulación no resuelve los problemas»

«La libertad de mercado, la pura especulación no pueden resolver este tipo de problemas ya que no contemplan las inequidades del tejido social», escribió el Pontífice hace unos meses en su encíclica Fratelli tutti. «Es por ello que es responsabilidad de los gobiernos y sus modelos financieros rehabilitar una sana política que no esté sometida al dictado de las finanzas y que lleven la dignidad humana al centro para construir las estructuras sociales alternativas que necesitamos».

Frédéric Fornos, sacerdote jesuita y director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, apunta a que la crisis actual ha puesto en evidencia la gran desigualdad que hay en el mundo. Y que, citando palabras del Papa en Laudato si, «continúan justificando el actual sistema, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente».