El Papa pide que la Secretaría de Estado «no sea contaminada por ambiciones y antagonismos»

Durante el cónclave, el cardenal Pietro Parolin recibió la etiqueta de «papable» por los medios de comunicación de todo el mundo. Finalmente fue el cardenal Prevost —hoy León XIV— quien salió elegido. Este martes el segundo ha recibido al primero y a todo el equipo de la Secretaría de Estado, dirigida por Parolin. Y en su discurso el Pontífice ha pedido «que este lugar no sea contaminado por las ambiciones y antagonismos». Más bien, «al contrario, sean una verdadera comunidad de fe y de caridad, de hermanos y de hijos del Papa, que se desviven generosamente por el bien de la Iglesia».

En realidad, según León XIV, ya lo están haciendo. De hecho, el Santo Padre ha comenzado su alocución dando las gracias al secretario de Estado —con amplia experiencia en la Curia vaticana— por la «continua colaboración» que le está ofreciendo mientras da «los primeros pasos de este pontificado». «Aún no llevo ni un mes de servicio en este ministerio petrino», ha recalcado León XIV; una cifra que contrasta con los casi 13 años que lleva Parolin en el cargo.

En este sentido, dejando a un lado el texto que llevaba escrito, ha confesado que se siente consolado por «saber que no estoy solo y que comparto la responsabilidad de mi ministerio universal junto con ustedes». A la recepción acudieron cerca de 200 personas que integran este importante organismo vaticano. «Estoy muy contento de encontrarme con ustedes, que ofrecen un precioso servicio a la vida de la Iglesia ayudándome a sacar adelante la misión que me ha sido confiada».

Según ha confesado el Pontífice, «es evidente» que «el Papa solo no puede ir adelante y que hace falta —es muy necesario— poder contar con la colaboración de tantos en la Santa Sede, pero de manera especial, con la Secretaría de Estado. Y se lo agradezco de todo corazón». No obstante, «se trata de una gran comunidad que trabaja junto con el papa: juntos compartimos las interrogantes, las dificultades, los desafíos y las esperanzas del Pueblo de Dios, presentes en el mundo entero».

Por último, el Papa ha valorado el trabajo de la sección de la Secretaría de Estado a la que corresponde el cuidado de las relaciones diplomáticas y políticas del Vaticano en «este delicado momento de la historia». «Sé que estas tareas son muy exigentes y, algunas veces, pueden ser incomprendidas. Por ello, quisiera expresarles mi cercanía y, sobre todo, mi profunda gratitud», ha añadido.