El Papa pide perdón a los indígenas canadienses
Durante una audiencia pública con representantes de varias comunidades y los obispos de Canadá, Francisco ha anunciado su intención de visitar el país
El Papa ha pedido perdón por la «deplorable conducta» que tuvieron los miembros de la Iglesia católica en el sistema de asimilación forzada de la cultura europea en los 139 internados establecidos en Canadá para los niños indígenas y ha señalado su intención de viajar al país y, en concreto, visitar los territorios autóctonos, informa Europa Press.
«Pido a Dios perdón y quiero decir con todo mi corazón que lo siento», ha asegurado en un discurso en el Vaticano ante las delegaciones de indígenas Métis, Inuit y Primeras Naciones, con los que se ha reunido en privado en tres audiencias distintas esta semana.
Asimismo, Francisco ha manifestado su «dolor y vergüenza» por el rol que distintos católicos tuvieron «en todo lo que os ha herido: en los abusos, en en la falta de respeto a vuestra identidad y cultura e incluso hasta en vuestros valores espirituales». «Esto es contrario al Evangelio de Jesús», ha sentenciado.
También ha mostrado su indignación, pues, según ha dicho, «es injusto aceptar el mal y, sobre todo, acostumbrarse al mal». Y ha añadido: «Sin una indignación firme, sin memoria y sin compromiso de aprender de los errores, los problemas no se solucionan y vuelven. Lo vemos estos días con la guerra».
El Pontífice ha criticado, además, que se haya arrancado a muchos de estos indígenas de su entorno vital para conformarles otra mentalidad y ha constatado que su identidad se ha visto herida. «Muchos niños han sido víctimas de esta acción homologadora, sustentada en la idea de que el progreso pasa por la colonización ideológica. Es algo que está ocurriendo hoy en varios niveles. Cuántas colonizaciones políticas, ideológicas y económicas quedan en el mundo. Esta mentalidad colonial todavía está muy extendida. Ayudémonos entre todos a superarlo», ha apuntado.
Del mismo modo, ha confesado que lleva consigo con gran tristeza las historias de sufrimiento, privación, discriminación y abusos que han sufrido: «Es escalofriante pensar en la voluntad de inculcar un sentimiento de inferioridad, de hacer perder a alguien su identidad cultural, de arrancarle las raíces, con todas las consecuencias personales y sociales que ha tenido y tiene».
El Papa ha concluido señalando que los contenidos de la fe no pueden transmitirse de forma ajena a la propia fe y que Jesús enseñó a acoger, a amar y a no juzgar. Así, ha dicho que «es terrible cuando, incluso en nombre de la fe, se ofrece un contratestimonio del Evangelio».