El Papa estuvo con los usuarios de la Fundación Lázaro «más que con cualquier presidente»
En el libro De los pobres al Papa, del Papa al mundo, estas personas, anteriormente sintecho, entrevistan a Francisco sobre todo lo divino y lo humano
«Cuando hablamos con el Papa, estuvimos con él cuatro horas, pero me pareció que habíamos estado solo una», cuenta Ricky. Es uno de los usuarios de la Fundación Lázaro que ha entrevistado al Papa en De los pobres al Papa, del Papa al mundo, un libro presentado en la tarde del 15 de febrero en la Universidad Francisco de Vitoria, a las afueras de Madrid.
Ricky explica que, cuando visitó Casa Santa Marta para hacer llegar al Pontífice sus preguntas y las de otros usuarios de la Fundación Lázaro, «pensé que iba a estar en una sala muy grande con muchas personas, pero al final fuimos solo ocho». Confiesa que, según se aproximaba la llegada de Francisco, se fue poniendo nervioso y le «entraron los siete males», aunque todo desapareció cuando vio «entrar a una persona bajita vestida de blanco» de la que recalca continuamente «su sencillez». Se muestra orgulloso de que Francisco pasara con ellos tanto tiempo, «más que con cualquier ministro o con el presidente de cualquier país».
«Contestó a todas las preguntas», insiste Ricky, quien considera que el Papa «con cada respuesta iba poniendo un ladrillo hasta que tuvimos un puente que hemos cruzado todos porque habla mucho de nuestras vidas». En el libro en el que ha participado, realizado a lo largo de varios encuentros del Papa con personas antaño sin hogar como él, recoge las preguntas de los usuarios de esta fundación nacida en Francia y que coordina pisos compartidos entre personas sin hogar y jóvenes con el deseo de hacer algo por ellos.
«Es un compi de piso más»
«La vida siempre te da una segunda oportunidad. A mí me tendieron la mano, me dijeron “levántate” y me levanté», confiesa Ricky, quien vive desde hace tres años en el hogar compartido para hombres de Madrid. Uno de sus compañeros ha sido Bernabé, quien lo ha acompañado en la presentación de De los pobres al Papa, del Papa al mundo.
Bernabé participa en la Fundación Lázaro desde 2018 porque, tras haber trabajado en el extranjero y alquilado muchas habitaciones en muchos pisos distintos, «había un deseo en mi corazón de compartir de verdad, como en casa, con una relación de tú a tú con el otro». Tras realizar un proyecto del Gobierno español en India descubrió que «soy rico aunque venga de una familia humilde porque soy amado por Cristo».
Ha convivido tres años y medio con Ricky «en un hogar donde se vive la libertad y la amistad». Y que le ha permitido «que las cosas ordinarias se conviertan en extraordinarias» por lo mucho que ha aprendido de sus compañeros. Considera que «muchas de las preguntas que salen en el libro son como las que saldrían en una cena fraterna en nuestro piso», que abordan todo lo divino y lo humano «desde qué te gusta comer hasta preguntas de fe». Así, tras leer la entrevista de Francisco con los pobres, ahora siente «que el Papa es un compi de piso más».
Pero la relación de Bernabé con los usuarios de Lázaro no ha sido unidireccional. Tampoco es lo que se pretende. «Se da una amistad que resucita, y a mí Lázaro me ha resucitado cada día», confiesa. Está muy agradecido porque, siendo de origen canario y afincado en Madrid, «me he sentido en familia estando lejos de mi familia».
Cree que precisamente la aventura de compartir le protegió de la tristeza porque de ese modo «sales de encerrarte a darte a ti mismo». Y aconseja «darlo todo al prójimo porque si no lo vas a perder, a veces es el tiempo y a veces es el amor».
«Francisco en estado puro»
Ginés García Beltrán, obispo de Getafe y quien prologa el libro, explica que en sus páginas interiores «está Francisco en estado puro». «Los lectores van a sentir que están en su residencia de Casa Santa Marta», opina. Y subraya que «las respuestas que da no solo revelan datos objetivos de la biografía del Pontífice, sino que nos revelan la profundidad de su corazón».
El también presidente del patronato de la Fundación Pablo VI, elogia la disponibilidad para hablar con los pobres de Francisco. «En muchos casos las entrevistas del Papa están rodeadas por la polémica. Pero él quiere correr ese riesgo porque es más fuerte en él el deseo de dialogar con el hombre de hoy que lo que pueda generar su opinión». Y concluye señalando que «el lenguaje de la cercanía» que emplea el Pontífice «es un lenguaje universal que entiende todo el mundo por encima de ideas, sentimientos o creencias.
El padre Álvaro Cárdenas, presidente en España de la Fundación Lázaro, explica durante la presentación de De los pobres al Papa, del Papa al mundo que en la iniciativa «no solo compartimos un techo, sino también nuestras vidas y amistad». «Nuestra intención es vivir con sencillez, por eso nuestros hogares son de puertas abiertas a los demás, donde nos gusta compartir», recalca. E insiste en la diferencia que tiene con otros proyectos meramente sociales porque «los pisos compartidos son más que una respuesta a las necesidades de las personas en riesgo de exclusión y es también fermento de una cultura en la que los jóvenes sean protagonistas de la transformación de la sociedad».