«El Papa nunca ha pretendido ofender ni expresarse en términos homófobos» - Alfa y Omega

«El Papa nunca ha pretendido ofender ni expresarse en términos homófobos»

La Santa Sede ha salido al paso de la polémica suscitada a raíz de unas palabras de Francisco sobre el acceso de las personas homosexuales al seminario

Victoria Isabel Cardiel C.
El Papa pide disculpas a los que se hayan sentido ofendidos
El Papa pide disculpas a los que se hayan sentido ofendidos. Foto: CNS.

El pasado 20 de mayo unos 230 obispos italianos se reunieron durante 90 minutos con el Papa en el Aula del Sínodo del Vaticano junto con otros miembros del clero y algunos ayudantes. No era una charla informal entre amigos, pero sí una cita privada, a puerta cerrada y, por tanto, sin periodistas. Sin embargo, alguno de los participantes, o varios, filtraron a dos medios de comunicación italianos las consideraciones que hizo el Pontífice cuando le preguntaron específicamente que debían hacer si un homosexual declarado llama a la puerta para entrar en el seminario.

Según las reconstrucciones de los diarios Repubblica e Il Corriere della Sera, Francisco, cuya lengua materna es el español, no el italiano, y que a menudo utiliza un lenguaje coloquial en la conversación, sorprendió a los obispos al utilizar la palabra italiana frociaggine, que es un término despectivo para designar a los homosexuales. Este podría traducirse como «ambiente maricón» en italiano.

Menos de 24 horas después de las publicaciones, el Pontífice —que es plenamente consciente de que sus palabras han causado un escándalo— ha pedido disculpas por sus comentarios. «El Papa nunca ha pretendido ofender ni expresarse en términos homófobos, y presenta sus disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos por el uso de un término, divulgado por otros», ha asegurado el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, en un comunicado.

Asimismo, Francisco ha reiterado que «en la Iglesia hay sitio para todos, ¡para todos! Nadie es inútil, nadie es superfluo, hay sitio para todos. Como somos, todos».

El comunicado del Vaticano deja patente que el Pontífice no era consciente del carácter ofensivo de sus palabras. De hecho, Il Corriere della Sera cita varias fuentes de los obispos que consideraron que la fatídica frase del Papa fue recibida con algunas «risas incrédulas» ya que «era evidente que el Papa no era consciente de lo ofensiva que resulta esa palabra en italiano». De hecho, la expresión contrasta con la frase «¿Quién soy yo para juzgar?», que pronunció en el avión de regreso de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en 2013.

En todo caso, las palabras del Santo Padre no difieren de lo que ha sido la posición oficial del Vaticano desde 2005, cuando la Congregación para la Educación Católica, con la aprobación de Benedicto XVI, emitió un documento sobre la cuestión, titulado Instrucción relativa a los criterios para el discernimiento de las vocaciones con respecto a las personas con tendencias homosexuales en vista de su admisión al seminario y a las órdenes sagradas. De hecho, ese documento fue refrendado posteriormente por Francisco en 2016.