El Papa no presidirá la Eucaristía por la Jornada Mundial de los Abuelos - Alfa y Omega

El Papa no presidirá la Eucaristía por la Jornada Mundial de los Abuelos

Los médicos han considerado que no es conveniente que el Pontífice participe en una celebración tan larga

Redacción
El Papa Francisco saluda a una mujer durante una audiencia general. Foto: CNS / Reuters

El Papa Francisco no presidirá la Eucaristía con motivo de la primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores, que él mismo instituyó el pasado mes de enero. Aunque estaba prevista su presencia en la basílica de San Pedro en la mañana del domingo, finalmente los médicos han decidido que el Pontífice siga con el reposo.

En la decisión ha pesado mucho que se trata de una celebración larga y con varios momentos en los que tendría que mantenerse en pie y que solo han pasado solo tres semanas desde la intervención quirúrgica en el hospital Gemelli.

Lo sustituirá el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, el arzobispo Fisichella, al que acompañarán más de 2.000 personas implicadas en la pastoral de mayores tanto en diócesis como asociaciones.

Según ha informado el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, la mayoría serán abuelos acompañados por sus nietos, pero también habrá cientos de personas procedentes de residencias, de las que saldrán por primera vez desde que se declaró la pandemia.

Al final de la celebración, los jóvenes ofrecerán a los abuelos y mayores una flor con un mensaje de parte del Papa: «Yo estoy con vosotros todos los días». Esa frase del Evangelio también es el tema de la jornada.

Mensaje del Papa

En su mensaje para este día, hecho público el pasado 22 de junio, el Papa Francisco afirmaba que los mayores «son necesarios para construir, en fraternidad y amistad social, el mundo del mañana: el mundo que viviremos cuando la tormenta se haya calmado».

Entonces, apelaba a la colaboración intergeneracional al afirmar que «el futuro del mundo reside en la alianza entre los jóvenes y los mayores», una construcción que deberá sostenerse con tres pilares: los sueños, la memoria y la oración.