El Papa pide comunidades que pongan en contacto con la misericordia de Dios

El Papa pide comunidades que pongan en contacto con la misericordia de Dios

Durante la catequesis, Francisco ha rememorado su viaje a Mongolia y ha animado a los cristianos «reconocer el bien» presente en el prójimo

José Calderero de Aldecoa
El Papa Francisco abraza a un niño durante la audiencia general en la plaza de San Pedro del Vaticano, el 6 de septiembre de 2023. Foto: Reuters / Remo Casilli.

Francisco ha respondido durante la catequesis de la audiencia general a los que se preguntan «por qué el Papa va tan lejos», a Mongolia, «a visitar un pequeño rebaño de creyentes», donde los católicos no superan las 1.500 personas. «Porque precisamente allí, lejos de los focos, encontramos a menudo los signos de la presencia de Dios, que no mira las apariencias, sino el corazón», ha contestado el Pontífice.

Según el Santo Padre, «el Señor no busca el centro del escenario, sino el corazón sencillo de quien le desea y le ama sin apariencias, sin querer sobresalir por encima de los demás». En este sentido, ha definido a los mongoles como «un pueblo noble y sabio» con «una Iglesia humilde, alegre» y «verdaderamente católica».

Los elogios del Papa a la Iglesia mongola tienen que ver con sus orígenes, hace 30 años, cuando «algunos misioneros, apasionados por el Evangelio, fueron a aquel país que no conocían; aprendieron el idioma —que no es fácil—, y aunque procedían de naciones diferentes crearon una comunidad unida».

El Papa Francisco bendice a un niño durante la audiencia general, en la plaza de San Pedro del Vaticano, el 6 de septiembre de2023. Foto: Reuters / Vatican Media.

Esta forma de proceder, según el Santo Padre, habla de la universalidad de la Iglesia, pero principalmente de la inculturación del misionero, «que capta el bien allí donde está y sirve a las personas con las que convive». Y ha añadido: «Es decisivo saber discernir y reconocer el bien» y dejar de valorar a los demás «en la medida en que corresponden a nuestras ideas». Solo desde «el reconocimiento del bien, podemos construir el futuro común. Solo valorando al otro, podemos ayudarle a mejorar».

De esta forma, el Pontífice ha animado a «ampliar los límites de nuestra mirada» para «poder ver lo bueno de los demás» y así ser capaces «de expandir nuestros horizontes y nuestros corazones».

De su periplo por Mongolia, Francisco ha rememorado la inauguración de la Casa de la Misericordia, la primera obra de caridad que se creó en Mongolia como expresión de la Iglesia local. Se trata de la «tarjeta de visita de estos cristianos», como la ha definido el Papa, pero es también una llamada «a nuestras comunidades para ser una casa de misericordia», «un lugar abierto y acogedor, donde las miserias de cada persona puedan entrar en contacto sin vergüenza con la misericordia de Dios».

Oración por las víctimas en Johannesburgo

Al final de la audiencia general, Francisco ha expresado su cercanía a quienes perdieron la vida en el incendio que afectó la semana pasada a un edificio de la ciudad sudafricana de Johannesburgo y en el que murieron también 12 niños. Asimismo, ha pedido oraciones por Ucrania, «que tanto sufre», y ha encomendado el país a María en vista de la fiesta de la Natividad de la Virgen.