El Papa lamenta los incendios e inundaciones en Grecia e Italia

El Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, ha enviado un telegrama en nombre del Papa Francisco a Petros Stefànou, presidente de la Conferencia Episcopal Griega. Lamenta los daños causados por los incendios este verano en el país.

En su mensaje, el Papa expresa su «profunda preocupación por la amenaza para la vida y el daño causado por los incendios extendidos por varias partes de Grecia» por «la actual ola de calor que está afectando a numerosos países europeos».

Asegura «su cercanía espiritual y sus oraciones» por todos los afectados y pide que «Dios bendiga los esfuerzos de los bomberos y el resto del personal de emergencia que está combatiendo esta peligrosa situación». Concluye su mensaje deseando que «los riesgos para nuestra casa común, exacerbados por esta crisis climática, animen a todas las personas en su esfuerzo por cuidar el regalo de la Creación para el bien de las futuras generaciones».

Los incendios forestales han llegado ya a las afueras de Atenas avivados por fuertes ráfagas de viento. El número de víctimas mortales asciende a cinco y las llamas han provocado cortes en carreteras y vías ferroviarias. Durante los últimos 15 días Grecia ha sufrido tres olas de calor consecutivas que han propiciado la aparición de los incendios. Las zonas más afectadas son la región central de Tesalia y las islas turísticas de Corfú, Eubea y Rodas. En esta última se han quemado más de 16.000 hectáreas de bosque y decenas de casas, lo que obligó al desalojo de 19.000 personas, entre ellas 7.000 turistas. Según el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vasilis Kikilias, desde el 17 al 27 de julio se declararon en Grecia un total de 594 incendios.

Cinco muertos en Italia

Casi a continuación, el Pontífice ha hecho llegar un telegrama similar al presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Matteo Zuppi, lamentando los eventos climáticos extremos que han azotado Italia durante la semana. Mientras que en lugares del sur del país se rozaban los 48 grados y ciudades como Catania se quedaban sin luz ni agua porque el intenso calor había destruido algunas infraestructuras, en el norte caía granizo del tamaño de manzanas y en ciudades como Milán soplaba el viento a unos 110 kilómetros hora derribando hasta 350 árboles. Lo peor es que hay que lamentar la muerte de 5 personas. En el mensaje, Francisco expresa su cercanía hacia todos los afectados por dichos fenómenos y señala que, precisamente, ponen de relieve la necesidad de poner en marcha «esfuerzos valientes y con visión de futuro para afrontar el cambio climático y proteger responsablemente la Creación».

Finalmente, asegura sus oraciones y su bendición a todas las personas que han sufrido las consecuencias de estos desastres y expresa su reconocimiento a quienes han ayudado a socorrer a los afectados, especialmente, los bomberos.