El Papa pide «cambiar los estilos de vida» para frenar la destrucción del medio ambiente
«El estado de degradación de nuestra casa común merece la misma atención que otros retos globales como las graves crisis sanitarias o los conflictos bélicos», afirma en su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación
El Papa Francisco insiste. La tierra clama por los excesos del hombre y suplica que «detengamos nuestros abusos y su destrucción». Un «amargo grito» que el Pontífice invita a escuchar y, por consiguiente, a tomar partido y « cambiar los estilos de vida y los sistemas perjudiciales».
Se trata de convertir los modelos de consumo y producción, así como los estilos de vida, «en una dirección más respetuosa con la creación y con el desarrollo humano integral de todos los pueblos, presentes y futuros». Una desarrollo que, en su opinión, debe fundamentarse en la responsabilidad, la prudencia, la solidaridad y la preocupación por los pobres y las próximas generaciones.
«El estado de degradación de nuestra casa común merece la misma atención que otros retos globales como las graves crisis sanitarias y los conflictos bélicos. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios no es opcional ni secundario en la experiencia cristiana», afirma en su mensaje, publicado este jueves, para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebra el 1 de septiembre.
El Pontífice denuncia la extinción de numerosas especies, pero también los efectos que la crisis climática tiene sobre los más pobres: «Son los que más sufren el impacto de las sequías, las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, que siguen siendo cada vez más intensos y frecuentes».
En el texto, Francisco hace referencia a las dos próximas cumbres que se van a celebrar en el último trimestre de este año: la COP27 sobre el clima en Egipto y la COP15 sobre la biodiversidad en Canadá. Tras recordar la reciente adhesión del Vaticano a la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático y al Acuerdo de París, pide a todos los países que avancen en el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero «con la mayor urgencia posible».
El reto de la biodiversidad
También pide que se pongan de acuerdo en cuatro principios claves para salvar la biodiversidad: la construcción de una base ética clara, la lucha contra la pérdida de biodiversidad y el apoyo de su conservación y recuperación, la promoción de una solidaridad global y la centralidad de las personas en situación de vulnerabilidad.
En este sentido, añade que no se puede dejar de reconocer que hay una deuda ecológica de las naciones económicamente más ricas, «que son las que más han contaminado», a las que pide que den apoyo financiero y técnico a las más pobres, «que soportan el peso de la crisis climáticas».
«Lloremos con el amargo grito de la creación, escuchémoslo y respondamos con hechos, para que nosotros y las generaciones futuras podamos seguir alegrándonos con el dulce canto de vida y esperanza de las criaturas», concluye Francisco.