El Papa insta desde Georgia a evitar que las divergencias acaben en violencia - Alfa y Omega

El Papa insta desde Georgia a evitar que las divergencias acaben en violencia

El Papa Francisco pidió hoy evitar con paciencia y responsabilidad que las divergencias acaben en violencia, en su discurso ante el presidente georgiano, Giorgi Margvelashvili, y las autoridades del país

Redacción

En un país en el que se viven desde hace años tensiones con Rusia y un conflicto latente tras la declaración de independencia de las dos regiones filo-rusas Osetia y Abjasia, Francisco hizo un llamamiento para un dialogo entre naciones, sobre todo ante el crecimiento de «extremismos» que pueden aprovecharse de ello.

Tras la reunión con el presidente georgiano, Francisco tomó la palabra en el patio de honor del palacio presidencial y describió Georgia como un país de «intercambio vital entre culturas y civilizaciones, que ha encontrado en el cristianismo (…) su más profunda identidad y el fundamento seguro de sus valores».

Habló de un país que «en el ámbito de la civilización europea» es «casi un puente natural entre Europa y Asia» y «una bisagra que facilita las comunicaciones y las relaciones entre los pueblos».

Francisco alabó el progreso y «la consolidación de las instituciones democráticas» de Georgia desde los 25 años desde la proclamación de la independencia.

En su segundo viaje a la región del Cáucaso, tras su viaje a Armenia en junio, con conflictos aún por resolver, Francisco aseguró que para garantizar el progreso en el país es «condición preliminar indispensable el pacífico entendimiento entre todos los pueblos y los Estados de la región».

Aunque para ello, dijo, no se pude «descuidar el respeto de las prerrogativas soberanas de cada uno de los países en el marco del derecho internacional».

Para construir una paz duradera y una verdadera colaboración, afirmó el Pontífice, «hay que tener en cuenta que los principios relevantes para una ecuánime y estable relación entre los Estados están al servicio de la concreta, ordenada y pacifica convivencia entre las naciones».

Ante las controversias, «que siempre pueden surgir», precisó, abogó por un «diálogo civil, donde prevalezca la razón, la moderación y la responsabilidad» sobre todo en un «momento histórico actual, en el que no faltan también extremismos violentos que manipulan y distorsionan principios de naturaleza civil y religiosa para subordinarlos a oscuros diseños de dominio y de muerte».

Explicó que cómo «cualquier distinción de carácter étnico, lingüístico, político o religioso, en vez de ser usados como pretexto para transformar las divergencias en conflictos y los conflictos en interminables tragedias, puede y debe ser para todos fuente de enriquecimiento recíproco en favor del bien común».

El Santo Padre también ahondó en el problema de los desplazados, una realidad en Georgia con cerca de 200.000 tras la proclamación de independencia de Osetia y Abjasia, aunque sin citarlo.

Exhortó a un empeño «para que todos puedan vivir en paz en su propia tierra, pero también tengan ante todo la posibilidad de vivir en paz en su tierra o de regresar libremente si, por cualquier motivo, fue obligado a abandonarla».

«Deseo que los responsables públicos continúen preocupándose por la situación de estas personas, afanándose en la búsqueda de soluciones concretas más allá de las cuestiones políticas no resuelta», aseveró.

Tras este acto con el que inicio su viaje de dos días a Georgia, desde donde después irá a Azerbaiyán, el Pontífice argentino se desplazará a la sede del patriarcado ortodoxo para reunirse con el patriarca, Elias II.

Efe / Redacción