El Papa en su audiencia: «Con el diablo no se dialoga jamás»
Francisco ha iniciado un nuevo ciclo de catequesis centrado en los vicios y virtudes. Ha dedicado la primera a las tentaciones del diablo
En la audiencia general del 27 de diciembre, el Papa ha comenzado un nuevo ciclo de catequesis sobre los vicios y virtudes. Iniciando con el relato de Adán y Eva en el Génesis, ha querido detenerse en «un personaje que se convierte en el símbolo de la tentación: la serpiente».
Francisco ha explicado que la serpiente, que representa al diablo, es «un personaje que seduce». «La serpiente es un animal insidioso, se mueve lentamente, deslizándose por el terreno, y algunas veces no te das cuenta de su presencia». Así, según el Papa, «consigue mimetizarse bien con el ambiente y sobre todo por esto es peligroso». Ha recalcado además lo persuasivo que el diablo puede llegar a ser, pues «cuando comienza a dialogar con Adán y Eva demuestra ser un dialéctico refinado».
Según el Pontífice, una de las enseñanzas de este pasaje que es que «el mal no empieza en el hombre de modo clamoroso cuando realiza un acto» sino «mucho antes, cuando uno se comienza a entretener con él, a acunarlo en la imaginación y el pensamiento». El Papa ha tomado otro ejemplo del Génesis para aclarar esta dinámica. Ha contado cómo el asesinato de Abel «no comenzó con el golpe de una piedra sino con el rencor que Caín custodió hasta convertirse en un monstruo».
En consecuencia, Francisco ha afirmado que para cerrar las puertas al mal, «con el diablo no se dialoga jamás». Y ha recordado que, en vez de negociar con él, Jesús «siempre lo ha mandado lejos». «Cuando se le acercó en el desierto para tentarlo, no le respondió con el diálogo, solamente con la palabra de la Sagrada Escritura». Un episodio en el que «el diablo, que es astuto e inteligente, intentó tentar a Jesús con citas bíblicas haciéndose el gran teólogo».
«Estad atentos: el diablo es un seductor. Jamás habléis con él porque es más listo que nosotros y nos lo hará pagar», ha recalcado el Santo Padre. Ha insistido varias veces en ello: «Cuando viene la tentación, jamás dialogar; cerrar la puerta, la ventana y el corazón». «Así nos defendemos de esta seducción», ha señalado. Una «recomendación» que, tal y como ha recordado, «ya la encontramos en diferentes padres y santos». «Debemos pedir la gracia de aprender a custodiar el corazón; es de una gran sabiduría porque quien custodia el corazón custodia un tesoro».
Finalmente, en el saludo a los peregrinos italianos posterior a su catequesis, Francisco ha pedido «que el Niño de Belén os dé su luz a todos vosotros para que podáis inspiraros en el Evangelio al realizar todas vuestras acciones cotidianas durante el nuevo año». Y ha pedido una vez más rezar «por quienes sufren las consecuencias terribles de la violencia y de la guerra». Especialmente «por la maltratada Ucrania, Palestina e Israel». «La guerra es un mal, recemos por el fin de las guerras», ha concluido.