El Papa: «En cuanto una mujer trabajadora empieza a tener barriga, la echan»

El Papa se ha reunido este lunes con los miembros de la patronal italiana Confindustria en el Aula Pablo VI y les ha pedido que apoyen a las familias porque «tener hijos es también una cuestión patriótica para sacar el país adelante». Según Francisco, vivimos un «mal invierno demográfico», por la baja natalidad y el rápido envejecimiento de la población, que hace «urgente apoyar a las familias y a la natalidad».

Asimismo, ha salido en defensa de las mujeres y ha instado a los asistentes a encontrar soluciones para que puedan salir adelante con su hijo y también con su trabajo. «En cuanto una mujer trabajadora empieza a tener barriga la echan. Y les dicen: “No puedes quedarte embarazada”. Por favor, esto es un problema para las mujeres trabajadoras. Estudiadlo, ved qué podéis hacer para que una mujer embarazada pueda salir adelante», ha instado.

Diferencia salarial

Durante su discurso, el Pontífice también ha advertido contra la brecha salarial dentro de las propias empresas. Si esta es demasiado grande, «el empresariado se enferma y pronto la sociedad se enferma».

El Santo Padre, sin embargo, ha reconocido que «hay jerarquía en las empresas» y diferentes funciones y salarios. El problema es que «hoy en día la parte del valor que se destina al trabajo es demasiado pequeña, sobre todo si la comparamos con la que se destina a las rentas financieras y a los salarios de los altos directivos».

Pagar impuestos

Antes de concluir su alocución a los empresarios, a los que ha dividido en dos categorías, los «mercenarios» y los que se parecen «al buen samaritano» porque sufren igual que sus trabajadores y «no huyen ante los numerosos lobos que les rodean», el Papa ha defendido el pago de impuestos.

«El pacto fiscal es el corazón del pacto social. Los impuestos son también una forma de compartir la riqueza, para que se convierta en bienes comunes, en bienes públicos: escuelas, sanidad, derechos, cuidados, ciencia, cultura, patrimonio», ha explicado. Sin embargo, ha querido dejar claro, según Europa Press, que «los impuestos deben ser justos, equitativos, fijados en función de la capacidad de pago de cada persona» y la administración debe ser «eficiente» y «no corrupta».