El Papa denuncia en su mensaje de Cuaresma la «codicia insaciable» que explota a las personas y el medio ambiente
En su mensaje para la Cuaresma, Francisco ha instado a abandonar el «egoísmo», la mirada «fija» en uno mismo para abrir paso a la Pascua de Jesús, que se hará práctica cuando se acoja en lo concreto de la vida «la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte» y se atraiga «su fuerza transformadora también sobre la creación»
El Papa ha denunciado un mundo en el que se abandona la ley de Dios para que triunfe «la ley del más fuerte sobre el más débil» y ha dicho que el pecado del hombre se manifiesta en la «codicia insaciable» que considera todo deseo como un derecho.
«El pecado que anida en el corazón del hombre y se manifiesta como avidez, afán por un bienestar desmedido, desinterés por el bien de los demás y a menudo también por el propio lleva a la explotación de la creación, de las personas y del medio ambiente, según la codicia insaciable que considera todo deseo como un derecho y que antes o después acabará por destruir incluso a quien vive bajo su dominio», subraya en el mensaje de Cuaresma para este año, el periodo de cuarenta días antes de Semana Santa y que comienza el próximo miércoles 6 de marzo.
El Pontífice ha instado a abandonar el «egoísmo», la mirada «fija» en uno mismo para abrir paso a la Pascua de Jesús, que se hará práctica cuando se acoja en lo concreto de la vida «la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte» y se atraiga «su fuerza transformadora también sobre la creación». «Hagámonos prójimos de nuestros hermanos y hermanas que pasan dificultades, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales», ha dicho.
Por otro lado, ha pedido a los católicos a que renuncien «a la idolatría» y a la «autosuficiencia» del yo durante la Cuaresma que ha definido como un «tiempo favorable» para la conversión. «Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión», ha añadido.
El Papa ha invitado a poner en práctica el ayuno para cambiar la actitud con los demás y con las criaturas «de la tentación de devorarlo todo, para saciar la avidez» y llegar a «la capacidad de sufrir por amor, que puede colmar el vacío del corazón». También ha pedido a los fieles oraciones para declararse «necesitados del Señor y de su misericordia».
Por último, ha instado a dar limosna para «salir de la necedad de vivir y acumularlo todo para un mismo». En definitiva, ha animado a volver a encontrar «la alegría del proyecto que Dios ha puesto en la creación y en el corazón».