El Papa defiende la igualdad entre hombres y mujeres: «Tienen la misma dignidad»
«La dignidad en Cristo supera la diferencia social entre los dos sexos, estableciendo una igualdad entre hombre y mujer» que aun hoy «hay necesidad de reafirmar», ha dicho Francisco durante la audiencia
«Si preguntara “¿quién de ustedes recuerda la fecha de su propio bautismo?”, creo que las manos levantadas no serán muchas». Pero «es la fecha en la cual hemos sido salvados, en la que nos hemos convertido en hijos de Dios. Los que no conocen esta fecha, que pregunten cuándo fueron bautizados, recuerden esta fecha y celebren esta fecha. ¿Harán esto?».
El Papa ha vuelto ha insistir durante la audiencia general en la importancia de conocer y festejar el día del bautismo, una petición recurrente de Francisco. En esta ocasión, además ha explicado el porqué de su insistencia. Para ello ha recurrido a la carta de san Pablo a los Gálatas, en la que «el apóstol define, con gran audacia, que la identidad recibida con el bautismo es una identidad tan nueva que prevalece sobre las diferencias que existen a nivel étnico o religioso», o de cualquier otra índole.
En el texto original se lee así: «No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, hombre o mujer». Este versículo, sin embargo, «se lee a menudo demasiado deprisa», «sin entender el valor revolucionario que poseen», ha aseverado el Pontífice.
Para la sociedad antigua, por ejemplo, «era vital la diferencia entre libres y esclavos». Los primeros «gozaban por ley de todos los derechos, mientras a los esclavos no se les reconocía ni siquiera la dignidad humana». Y «esto también sucede hoy», ha asegurado el Santo Padre. «Mucha gente en el mundo, millones de personas, no tienen derecho a comer, a la educación, al trabajo. Son los nuevos esclavos, son aquellos que están en la periferia, son explotados por todos, también hoy existe la esclavitud, y a estas personas les debemos la dignidad humana».
Igualdad entre hombres y mujeres
De igual modo, «la dignidad en Cristo supera la diferencia social entre los dos sexos, estableciendo una igualdad entre hombre y mujer». Entonces «era revolucionaria» y aun hoy «hay necesidad de reafirmar» esto, ha subrayado el Papa, quien seguidamente ha puesto un ejemplo: «Cuántas veces oímos expresiones que desprecian a las mujeres, como por ejemplo “son cosas de mujeres…”».
Francisco ha defendido la necesidad de seguir proclamando que los «hombres y las mujeres tienen la misma dignidad» porque tanto «en la historia» como en la actualidad «hay una esclavitud de las mujeres». «Las mujeres no tienen las mismas oportunidades que los hombres», ha clamado.
Por último, el Santo Padre ha afirmado que nuestra vocación «es hacer concreta y evidente la llamada a la unidad de todo el género humano». Delante de Dios, «las diferencias no tienen consistencia gracias a la salvación realizada en Cristo». «Toda distinción se convierte en secundaria, respecto a ser hijos de Dios, el cual, con su amor, realiza una verdadera y sustancial igualdad». Por eso, «es decisivo que redescubramos hoy la belleza de ser hijos de Dios» y, para ello, «cuando regresen a casa, busquen y celebren la fecha de su bautismo».
Grave situación humanitaria
Antes de concluir la audiencia, el Papa tuvo un recuerdo para el pueblo etíope, «especialmente a aquellos que están sufriendo como consecuencia del conflicto en curso y la grave situación humanitaria que ha provocado». A todos ellos, les mandó un «cálido y afectuoso saludo» y les pidió que «este sea un tiempo de fraternidad y solidaridad en el que escuchemos el deseo común de paz».