El Papa convoca para el miércoles una jornada de oración por la paz en Ucrania
Francisco asegura seguir «con preocupación el aumento de las tensiones que amenazan la seguridad en Europa»
El Papa Francisco ha convocado para el próximo miércoles, día 26, una jornada de oración para rogar por la paz en Ucrania, amenazada por un enfrentamiento militar entre Rusia y las potencias aliadas de la OTAN. «Sigo con preocupación el aumento de las tensiones que amenazan un nuevo golpe a la paz en Ucrania y que ponen en peligro la seguridad en el continente europeo, con consecuencias mucho más graves», ha asegurado el Pontífice este domingo tras el rezo del ángelus desde el Palacio Apostólico del Vaticano.
«Hago un apremiante llamamiento a las personas de buena voluntad para que eleven oraciones a Dios Todopoderoso con la intención de que toda acción política esté al servicio de la fraternidad humana más que a los intereses de una de las partes. Quien persigue sus propios intereses a costa de los demás desdeña su propia condición de hombre, porque todos hemos sido creados como hermanos», ha señalado el Papa.
Por otro lado, Francisco ha celebrado la beatificación en El Salvador de Rutilio Grande y otros tres mártires de la guerra civil que el país centroamericano sufrió durante trece años. «Que su ejemplo suscite en todos el deseo de tener obreros de la justicia y la paz», ha rogado.
Domingo de la Palabra de Dios
A primera hora de este domingo, Francisco ha presidido en la Basílica de San Pedro la Misa del Domingo de la Palabra de Dios. En la ceremonia, el Papa ha otorgado el ministerio de catequistas a un grupo llegado de todo el mundo en el que se encuentra la española Rosa María Abad León, que recientemente habló para Alfa y Omega.
En el rezo del ángelus, el Pontífice ha reflexionado al hilo del Evangelio del día, que narra el momento en que Jesús comienza su predicación pública. Ha explicado que la primera palabra de la predicación de Jesús contada en el Evangelio de Lucas es «hoy», un término «que atraviesa toda época y permanece siempre válido».
El segundo punto subrayado por Papa es la admiración con la que los coetáneos de Jesús reciben sus palabras: «Incluso si, nublados por los prejuicios, no le creen, se dan cuenta de que su enseñanza es diferente de la de otros maestros. Intuyen que en Jesús hay más: la unción del Espíritu Santo». En este sentido, Francisco ha advertido del riesgo de que las predicaciones y enseñanzas apostólicas «permanezcan genéricas y abstractas, sin tocar el alma y la vida de la gente».
Según el Papa, esto puede producirse «porque les falta la fuerza de este “hoy”, ese que Jesús “llena de sentido” con el poder del Espíritu. Se escuchan conferencias impecables, discursos bien construidos, pero que no mueven el corazón, y así todo queda como antes. La predicación corre este riesgo: sin la unción del Espíritu empobrece la Palabra de Dios, cae en el moralismo y en conceptos abstractos; presenta el Evangelio con desapego, como si estuviera fuera del tiempo, lejos de la realidad».
«Por esto», ha añadido el Papa, «quien predica es el primero que debe experimentar el “hoy de Jesús”, para así poderlo comunicar en el hoy de los otros».