El Papa condena en su audiencia el ataque terrorista de Hamás y la represión en Gaza
A su juicio, «Oriente Medio no tiene ninguna necesidad de guerra sino de una paz construida sobre la justicia, el diálogo y la valentía de la fraternidad»
«Sigo con dolor y aprensión lo que está pasando en Israel y Palestina. Tantas personas asesinadas y tantos heridos», ha lamentado el Papa Francisco al final de su audiencia general del 11 de octubre sobre el ataque terrorista de Hamás que ya se prolonga por quinto día y que ya ha supuesto la muerte violenta de 1.200 personas en Israel y 900 en Gaza fruto de los bombardeos israelíes en represalia. «Rezo por las familias que han visto transformarse un día de fiesta en un día de luto y pido que los rehenes sean liberados enseguida», ha añadido.
En su despedida en italiano de los peregrinos en la plaza de San Pedro, momento que normalmente aprovecha para lanzar sus mensajes internacionales, Francisco también ha condenado la represión israelí en algunos asentamientos. «Es derecho del que es atacado defenderse, pero estoy muy preocupado por el asedio total en el que viven los palestinos en Gaza, donde también han muerto víctimas inocentes», ha reconocido.
«El terrorismo y los extremismos no ayudan a encontrar una solución al conflicto entre israelíes y palestinos sino que alimenta el odio, la violencia, la venganza y hacen solo sufrir a unos y otros», ha considerado el Papa. A su juicio, «Oriente Medio no tiene ninguna necesidad de guerra sino de una paz construida sobre la justicia, el diálogo y la valentía de la fraternidad».
Francisco también ha dedicado «un pensamiento especial a la población de Afganistán, que está sufriendo constantes terremotos que han provocado miles de víctimas, entre ellas muchas mujeres, niños y desplazados». El Papa ha invitado «a todas las personas de buena voluntad a ayudar a este pueblo tan probado contribuyendo con su espíritu de fraternidad a aliviar el sufrimiento de su gente y sostener la reconstrucción necesaria».
Catequesis sobre una santa esclava
Antes de lanzar su mensaje sobre Israel y Palestina, Francisco había dedicado su catequesis sobre el celo apostólico a la sudanesa santa Josefina Bakhita. Nacida en 1869 en «el maltratado Darfur», esta santa fue secuestrada y convertida en esclava solo tenía 7baños. «Lamentablemente, desde hace meses Sudán está desgarrado por un terrible conflicto armado del que hoy se habla poco. Recemos por el pueblo sudanés para que viva en paz. Sin embargo, la fama de santa Bakhita ha traspasado todas las fronteras y llegado a quienes se les niega la identidad y la dignidad», ha dicho el Papa.
«A pesar de tantas heridas recibidas, cuando conoció a Cristo experimentó una profunda liberación interior, se sintió comprendida, amada y capaz de amar y perdonar tal como Jesús perdonó a quienes lo crucificaron», ha añadido Francisco. En su predicación ha subrayado que «su ejemplo nos muestra el camino para liberarnos de nuestros miedos y esclavitudes». Finalmente, en el saludo a los peregrinos españoles, los ha felicitado por la Virgen del Pilar que se celebra el 12 de octubre y ha pedido a la patrona «que nos ayude a seguir el camino de la santidad, testimoniando la fuerza transformadora del perdón de Cristo».