El Papa condena el ataque israelí contra la parroquia católica de Gaza
Francisco cumple 87 años este domingo. Lo ha festejado junto a los niños asistidos por el ambulatorio vaticano Santa Marta
Es ya una tradición que Francisco festeje su cumpleaños con los niños, las familias, los voluntarios y el personal del ambulatorio pediátrico Santa Marta. Este año, ha vuelto a hacerlo con motivo de sus 87 primaveras. Ha recibido a sus invitados antes del rezo del ángelus. Los pequeños le han cantado el cumpleaños feliz y le han obsequiado con una tarta.
Después, se ha asomado a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico para dirigir el ángelus de este tercer domingo de Adviento, el domingo de Gaudete. Miles de personas han acompañado al Papa con pancartas con las que también le felicitaban por este día tan señalado.
Entre sus llamamientos, Francisco se ha mostrado afligido por la situación en Gaza. En concreto, se ha referido al ataque israelí contra la parroquia de la Sagrada Familia: «Sigo recibiendo de Gaza noticias muy graves y dolorosas. Civiles desarmados son objeto de bombardeos y disparos. Esto ha sucedido incluso dentro del complejo parroquial de la Sagrada Familia donde no hay terroristas, sino familias, niños, personas enfermas y con discapacidad, religiosas. Una madre y su hija, la señora Nahida Khalil Anton y su hija, Samar Kamal Anton, han sido asesinadas y otras personas heridas por francotiradores mientras iban al baño. Se ha dañado la casa de las hermanas de Madre Teresa, alcanzado su generador. Alguno dice, “es el terrorismo”. Sí, es la guerra, es el terrorismo. Por eso, la Escritura afirma que Dios pone fin a la guerra, rompe los arcos y quiebra las lanzas. Recemos al Señor por la paz».
El Papa también ha recordado a las víctimas de la guerra en Ucrania y a las de la migración forzada. Este domingo ha pensado especialmente en las miles de personas que atraviesan el peligroso paso del Darién, la selva entre Colombia y Panamá, con el fin, en su mayoría, de llegar a Estados Unidos. «Se trata muchas veces de familias con niños que se aventuran en recorridos peligrosos, engañados de quienes falsamente les promete un camino breve y seguro, maltratados y robados. No pocos pierden la vida en esa jungla. Hace falta un esfuerzo conjunto de los países más directamente interesados y de la comunidad internacional para evitar que esta trágica realidad quede silenciada y para dar juntos una respuesta humanitaria», ha pedido Francisco.
Por último, ha celebrado la beatificación de este sábado, en el argentino santuario de Luján, del cardenal Eduardo Pironio a quien ha definido como «pastor humilde, testimonio de la esperanza, defensor de los pobres».
Juan Bautista, testimonio de luz
En su catequesis previa a la oración mariana, el Santo Padre ha invitado a todos a ser testimonio de luz para los demás como lo fue Juan Bautista. Era honesto y austero, no como otros personajes de su época que solo se esforzaban por aparentar.
«Personas como él, rectas, libres y valientes, son figuras luminosas, fascinantes: nos inspiran a salir de la mediocridad y a ser a su vez modelos de buena vida para los demás. El Señor envía hombres y mujeres así en todas las épocas. ¿Sabemos reconocerlos? ¿Intentamos aprender de su testimonio, cuestionándonos incluso a nosotros mismos? ¿O nos dejamos encantar por personajes de moda?», preguntaba el Papa.
Ha explicado además que el testimonio de Juan enseña dos cosas. Por un lado, que Dios es la luz de la vida y, por otros, que el servicio y el testimonio humilde y coherente «puede ser una lámpara que brilla y ayudar a los demás a encontrar el camino para encontrarse con Jesús». Por ello, Francisco ha recordado que Juan nunca buscó honores ni protagonismo, solo dio testimonio de la luz que es Cristo vivo.
Bendición de los bambinelli
En Roma es tradicional que el domingo de Gaudete es tradicional los más pequeños de la casa lleven al rezo del ángelus las figuras del Niño Jesús que colocarán en el pesebre en Nochebuena. Son los llamados bambinelli.
Francisco ha concluido el rezo del ángelus con la bendición de estas figuras que portaban los niños. «Al bendecir vuestros bambinelli os pido que recéis delante del pesebre por los niños que vivirán una Navidad difícil en los lugares de guerra, en los campos de refugiados», ha señalado el Pontífice.