El Papa clama por el fin de las guerras y del tráfico de armas: «¡Deteneos!»
Francisco ha celebrado la Misa en la conmemoración de todos los fieles difuntos desde el cementerio militar francés de Roma
El Papa ha presidido la mañana del martes, a las 11:00 horas, la Misa en la conmemoración de todos los fieles difuntos. La Eucaristía ha tenido lugar en el cementerio militar francés de Roma, donde se encuentran las tumbas de 1.888 soldados franceses que lucharon en la Segunda Guerra Mundial.
«Esta gente buena murió en la guerra. Murió porque fue llamada a defender la patria, a defender valores, a defender ideales. Y, otras muchas veces, a defender situaciones políticas tristes y lamentables. Son víctimas, víctimas de la guerra que se come a los hijos de la patria», ha exclamado el Pontífice durante una homilía recogida por Europa Press.
«Esta es la tragedia de la guerra», ha añadido Francisco, que antes de comenzar la Misa ha recorrido el camposanto en actitud de oración. «Me he detenido delante de una tumba. “Desconocido. Muerto por Francia”. Ni siquiera el nombre», ha lamentado el Papa al mismo tiempo que ha asegurado que «en el corazón de Dios está el nombre de todos nosotros».
Más allá del nombre, todas «estas tumbas representan un mensaje de paz». En este sentido, el Santo Padre se ha preguntado retóricamente: «¿Luchamos lo suficiente para que no haya guerras? ¿Luchamos para que no haya economías de países fortificadas por la industria de las armas». Y ha concluido: «Deteneos, hermanos y hermanas, deteneos. Deteneos, fabricantes de armas, deteneos».