Este jueves arranca una de las semanas más intensas del año para el Papa, con dudas sobre sus condiciones físicas - Alfa y Omega

Este jueves arranca una de las semanas más intensas del año para el Papa, con dudas sobre sus condiciones físicas

A sus 87 años arrastra una gripe desde febrero que le impide leer en voz alta y tiene problemas para desplazarse sin silla de ruedas

Victoria Isabel Cardiel C.
El Papa Francisco en silla ruedas, en la plaza de San Pedro, el pasado Domingo de Ramos
El Papa Francisco en silla ruedas, en la plaza de San Pedro, el pasado Domingo de Ramos. Foto: EFE / EPA / Riccardo Antimiani.

El Papa de 87 años arrastra una gripe desde febrero que le ha impedido durante todo este mes de marzo leer textos largos en voz alta. Con todo, no ha rebajado ni un ápice los compromisos de su agenda y este jueves arranca con la celebración de la misa crismal en la basílica de San Pedro, en presencia de todos los sacerdotes de Roma, la Semana Santa, uno de los periodos más intensos de trabajo para el pontífice.

El arzobispo Diego Ravelli, maestro de ceremonias papales, hizo pública hace diez días la agenda de Francisco para esta Semana Santa y dio por hecho que iba a estar presente en el Vía Crucis en el Coliseo el viernes 29 de marzo para presidir las catorce estaciones que recorren desde la condena a muerte de Jesús hasta su sepultura, en una de las ceremonias más seguidas por los fieles de Roma. Sin embargo, algunos medios italianos están poniendo en duda que el Papa vaya a estar presente en este acto cuya tradición recoge la persecución que sufrieron los primeros cristianos por el Imperio Romano.

El año pasado, por ejemplo, el pontífice estuvo hospitalizado por una bronquitis y tuvo que cancelar su presencia en el Vía Crucis —que se celebra de noche y suele presidir desde un palco habilitado en el Monte Palatino al aire libre— debido a las bajas temperaturas que se registraron en la capital italiana, según indicó entonces la oficina de prensa Vaticano.

Su decisión de no pronunciar la homilía de la misa del Domingo de Ramos volvió a disparar los rumores sobre sus condiciones de salud. El 18 de febrero el pontífice comenzó sus ejercicios espirituales y, desde que los terminó, tiene dificultades para leer en voz porque —como ha confesado él mismo en varias ocasiones— se cansa mucho. Sin embargo, el portavoz de la basílica de San Pedro, Enzo Fortunato, despejó las dudas sobre sus condiciones de salud en una entrevista publicada en el diario La Stampa y señaló que simplemente hubo «un momento de silencio y oración antes de reanudar la celebración». «Si hubiera considerado que debía pronunciar la homilía, habría confiado la lectura a un colaborador», aseguró a este respecto.

Además de los síntomas gripales, Francisco ha aparecido en las últimas semanas fatigado y ha usado la silla de ruedas para desplazarse en todo momento. El pasado sábado, en una audiencia con los periodistas de la RAI, el pontífice aseguró con humor que en el pasado, los Papas usaban «la silla gestatoria»; «pero los tiempos han avanzado y yo uso esta», zanjó en tono jocoso.

Está previsto que el jueves por la tarde, el Papa se traslade del Vaticano a una cárcel de mujeres de Roma, la Casa Circondariale di Rebibbia, donde celebrará la Conmemoración de la Cena del Señor en recuerdo de la institución de la Eucaristía y lavará los pies a doce personas.

El Viernes Santo además del Vía Crucis, celebrará la misa de la Pasión del Señor a las 17:00 horas en San Pedro. Normalmente Francisco participa en los oficios en la basílica de San Pedro, pero es tradicional que haga la homilía el predicador de la Casa pontificia, el cardenal Raniero Cantalamessa. Después, la noche del 30 de marzo, Sábado Santo, el pontífice presidirá el rito de la Pasión, la única del año en la que no hay consagración en señal de luto por el martirio de Jesús.

La ceremonia de la Vigilia Pascual comenzará a las 19:30 horas, en el atrio de la basílica de San Pedro, con la breve ceremonia del encendido del fuego y bendición del cirio pascual. También el Papa tiene previsto asistir y bautizar y dar la primera comunión a un grupo de adultos.

La Semana Santa del Papa concluirá el Domingo de Resurrección con dos ceremonias: una misa en la plaza de San Pedro, sin homilía, seguida por el largo discurso pascual y la bendición urbi et orbi desde el balcón central de la basílica, para rezar por la paz en el mundo.

El portavoz de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, ha confirmado que el Papa presidirá todas las citas litúrgicas que tiene por delante, pero es una incógnita que pueda leer personalmente la homilía o el discurso previsto en cada ocasión.