El Papa anima a los colaboradores de la JMJ a recoger lo sembrado en Lisboa

Más de 800 miembros del Comité y la Fundación Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023 han sido recibidos este jueves, 30 de noviembre, por el Papa. Francisco les ha mostrado su agradecimiento nada más comenzar el encuentro. «Gracias. Gracias por lo que habéis hecho», les ha dicho utilizando el español «porque es más seguro, más cercano al portugués».

Entre los asistentes se encontraba el joven madrileño Pablo Izquierdo, integrante del cuerpo de baile que coreografió los actos centrales de la JMJ en Lisboa. De hecho, él fue quien cogió la cruz en la última estación del vía crucis. «El Papa nos ha pedido que sigamos trabajando en todo lo que se vivió en la jornada», señala el joven para Alfa y Omega. «Que no hagamos un punto y aparte y que sigamos recogiendo los frutos», como «en la multiplicación de los panes y los peces, cuando el Señor pidió a los apóstoles que recogieran los trozos de pan que sobraron». Así, los ha animado a no quedarse en los grandes números de aquellos días, y a seguir adelante con lo del día a día.

Para Pablo, este ha sido un encuentro especial. Había viajado muchas veces a Roma, pero nunca para un hecho tan concreto como este. Además, valora que fuera el propio Pontífice quien quisiera y convocara este encuentro con ellos. «Que el Papa haya querido tener este gesto de agradecimiento y que se siga acordando de lo que ocurrió allí es muy bonito; es ver cómo la Iglesia nos cuida». Lo que se le ha hecho más raro ha sido reencontrarse con sus compañeros de baile fuera del entorno lisboeta. «Estar aquí en Roma cenando con ellos…», y ríe.

«Se le nota bastante tocado»

Todas las miradas estaban hoy puestas en el Santo Padre, dos días después de que cancelara, por recomendación médica, su viaje a Dubai para participar en la COP28. «El encuentro ha sido muy breve; se le nota bastante tocado», ha reconocido el bailarín. De hecho, excepto esas primeras palabras iniciales de agradecimiento, el resto del discurso que tenía preparado lo ha leído un colaborador.

Francisco padece, según él mismo ha revelado, «una bronquitis muy aguda e infecciosa» y, aunque «ya no tengo fiebre», sigue tomando antibióticos. Antes de reunirse con los organizadores de la JMJ, Francisco había tenido un encuentro con la Comisión Teológica Internacional y otro con los participantes en el seminario Ética en la gestión de la salud.