El obispo de Goma (R. D. Congo) pide «respetar la vida humana ante cualquier circunstancia»  - Alfa y Omega

El obispo de Goma (R. D. Congo) pide «respetar la vida humana ante cualquier circunstancia» 

Mientras continúa el conflicto en el país, el prelado recuerda en un mensaje la urgencia del acceso de la población a los servicios básicos y pide «al clero y personas de buena voluntad» que ayuden a los necesitados

Ester Medina Rodríguez
Congoleños que huyeron de Goma, en el este del Congo, durante el registro en un centro de acogida de Rugerero, en el distrito ruandés de Rubavu
Congoleños que huyeron de Goma, en el este del Congo, durante el registro en un centro de acogida de Rugerero, en el distrito ruandés de Rubavu. Foto: OSV news / Thomas Mukoya, Reuters.

El mundo sigue conteniendo la respiración ante la dramática situación que vive la República Democrática del Congo después de que el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo, más conocido como M23, haya tomado el control total de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, y haya amenazado con alcanzar también la capital del país, Kinshasa. Así lo ha declarado este viernes en una rueda de prensa la líder de la Alianza Río Congo, encabezada por el M23: «Estamos en Goma para quedarnos y proteger a la población, y continuaremos esta marcha de liberación hacia Kinshasa».

Ante las trágicas consecuencias humanitarias que está dejando este conflicto, el obispo de la ciudad de Goma, Willy Ngumbi Ngengele, ha publicado esta semana un mensaje en el que recuerda el gran sufrimiento de la población y denuncia el bombardeo de la unidad de maternidad del Hospital de Maternidad General de la Caridad, en el que murieron recién nacidos. 

«Lamento profundamente los saqueos a comercios y almacenes, perpetrados tanto por civiles como por militares, lo que agrava aún más la ya deplorable situación humanitaria», ha expresado el prelado. Además, Ngumbi Ngengele hace un llamamiento a todas las partes implicadas en el conflicto, y también a la población, pidiéndoles que prevalezca el respeto a la vida, así como a las infraestructuras públicas y privadas. «La dignidad humana y el derecho internacional exigen que estas sean preservadas en cualquier circunstancia», señala.

Asimismo, afirma que la Iglesia sigue «con consternación y preocupación» los últimos acontecimientos, recuerda la urgencia de garantizar el acceso de la población a los servicios básicos y hace un llamamiento «al clero, a los fieles, consagrados y personas de buena voluntad» para que ayuden a los necesitados.

La Iglesia, al lado de los desplazados

Tampoco disminuye el drama de los desplazados internos, que ya suman más de siete millones de personas, la mayoría hacia el país vecino, Ruanda. François Xavier Maroy, obispo de Bukavo, ciudad congoleña fronteriza con este país, lamenta también en un reciente mensaje que «durante años, muchos de nuestros hermanos y hermanas no han tenido más que sus ojos para llorar y sus pies para huir, a veces sin destino. Incluso los campamentos de desplazados no son seguros, varias aldeas están saturadas y otras vaciadas de sus poblaciones».

El prelado también insta a los cristianos a «no desfallecer» y recuerda que, en este Año Jubilar, estamos llamados a ser «testigos de esperanza». También en estos contextos donde imperan «la violencia, los celos y la mentira, los cristianos no deben dejarse contaminar por el espíritu del mal». Un mensaje que concluye con un clamor de justicia y paz: «Recemos al Señor y pidámosle que todas las comunidades en conflicto en nuestra región de los Grandes Lagos encuentren la manera de vivir en paz sin distinción de tribu o etnia».