El musical La noche del 24, del guionista de Libres, llega a su tercera temporada
10.000 personas, entre alumnos de colegio y familias, han visto ya esta obra en torno al nacimiento de Jesús. «Si las historias de Navidad que no hablan de Jesús ya te tocan, imagínate cuando te hablan de este misterio»
Aarón, oficial de la guardia del rey Herodes, ha recibido una misión muy particular: encontrar a ese «niño impostor que se hace pasar por el Mesías». Para ello debe interrogar a los curiosos testigos de lo ocurrido en la noche en la que nació ese niño: un pastor, unos posaderos, un borrico, un ángel y hasta una estrella con aires de diva. Todos le cuentan cómo esa familia les cambió la vida.
Esta es la premisa con la que arranca La noche del 24, el musical navideño que esta Navidad se representa por tercer año consecutivo. Dan vida a la historia doce actores, cantantes y bailarines y un equipo técnico formado por profesionales con una larga experiencia en el teatro musical: Guillermo González como director musical (Hoy no me puedo levantar, Flashdance) y Susana Blanco como coreógrafa (We will rock you, The Rating Game en Nueva York).
Detrás de todo están los hermanos Javier y Benjamín Lorenzo. Hace doce años, Javier Lorenzo era profesor en un colegio. Al llegar la Navidad, algunos compañeros «querían hacer una obra de teatro pero no encontraban nada que hablara del nacimiento de Jesús». Él y Benjamín se ofrecieron a escribir una y «gustó mucho». Tiempo después, dejó la docencia para dedicarse al teatro y al cine, donde ha firmado películas como Abuelos o Libres. «Hablando con productores vi que podía funcionar como musical».
A pesar de los intentos de disuadirle y del paso del tiempo, nunca abandonó del todo la idea. Hace tres años desempolvó el proyecto. Álvaro Galindo, pianista y compositor (Cenincienta y el zapatito de cristal) empezó a componer las canciones, Lorenzo adaptó el guion y su mujer, diseñadora de moda, empezó a preparar el vestuario. Sin apenas medios, «hicimos ocho funciones en colegios y gustó muchísimo».
Boca a oreja
Todo esto los animó el año pasado a «dar el salto». Lorenzo empezó a buscar intérpretes profesionales y logró atraer a Íñigo Etayo y Álvaro Mesa, que este año no repiten «porque ambos son protagonistas en sendos musicales en la Gran Vía madrileña»: Una rubia muy legal y The book of Mormon. El musical se instaló en el Teatro Fernández Baldor, de Torrelodones, para no tener que trasladarse de colegio en colegio y poder tener un decorado y una iluminación de mejor calidad.
Hicieron 30 representaciones, que sumadas a las del año anterior lograron llegar a más de 10.000 personas, entre alumnos de colegios en los pases escolares y público general los fines de semana. «Al principio tiramos de conocidos que nos apoyaban», reconoce Lorenzo. «Durante los primeros pases la sala se quedaba como a la mitad. Pero a partir del 23 de diciembre se llenó. Fue mucho por el boca a oreja», apunta Lorenzo.
Este año serán más de 50, también en el Fernández Baldor. Como novedad, las canciones estrenan arreglos y se pueden adquirir en un CD. Es parte del empeño por «hacerlo todo de forma profesional» con el que el director espera llegar a un público cada vez más amplio, que supere el de los colegios y parroquias.
También van no creyentes
Cree que puede funcionar, porque en los dos años anteriores ya han ido a ver La noche del 24 «personas sin fe, que salen entusiasmadas». Uno de ellos, por ejemplo, les agradeció «volver a la Navidad de mis padres». Otro confesó que «nadie me había contado esta historia así»; una idea que se repite. «La de la Navidad me parece una historia brutal y ya nadie la conoce porque nadie la cuenta», lamenta Lorenzo.
De hecho, «durante los ensayos tengo que poner al reparto en contexto» y explicar la historia de los personajes y la espera del pueblo de Israel, reconoce el director. «El año pasado la mitad de los actores no tenían fe». Pero la experiencia les gustó: «Se corrió la voz de que en este musical te lo pasas bomba y te tratan bien. Se han presentado al casting más de 50». Con todo, matiza que «no hago esto para evangelizar», una perspectiva que le abruma; sino porque «es una historia de la que estoy enamorado. Y muy cinematográfica».
«Si las historias de Navidad que no hablan de Jesús ya te tocan, imagínate cuando te hablan de este misterio», aunque en este caso sea sin que aparezcan Jesús, María o José. Lorenzo cree que para narrar a través de otras miradas esta historia que podría resultar manida le han influido las novelas de Louis de Wohl sobre personajes contemporáneos de Jesús. «Algo parecido a lo que han hecho ahora los autores de The Chosen».
Pero también se han esforzado en, como Pixar, contar «una historia con la que los niños se lo pasan bomba pero que son los padres las que la disfrutan más porque entienden mejor» los matices y referencias. Y todo con humor, que «a veces es la llave para tocar el corazón porque elimina las barreras». Lorenzo asegura que «la idea siempre ha sido que sea para todos pero sin quitar» nada de lo esencial del mensaje. En medio de la diversión, «al final son historias de conversión».
La noche del 24 tiene dos formatos. El primero son las funciones escolares para colegios, con dos sesiones de lunes a viernes hasta las vacaciones de Navidad, a 12 euros la entrada. Este año, ya se han apuntado 7.000 alumnos. Para el público general, hay una sesión los sábados y otra los domingos y, del 23 de diciembre al 4 de enero, doble función a las 17:30 y las 20 horas. Las entradas se venden por 18 la general y 15 niños y familias numerosas.