Toño Casado: «Sueños es el musical más divertido que he hecho»

Solía decir Don Bosco que «una casa sin música es como un cuerpo sin alma». Esa pregunta que le hizo a un adolescente Bartolomé Garelli, huérfano, que merodeaba por su iglesia de San Francisco de Asís en Turín, fue el comienzo de todo: «¿Sabes silbar?». No sabía leer ni escribir ni rezar, pero eso —se rio al contestar— sí. El joven sacerdote Juan Bosco le invitó a acudir a catequesis y a él se unieron otros muchos chavales, pobres, abandonados, desocupados, recién salidos de la cárcel… Fue el primer oratorio salesiano y con él se apuntalaba aquel sueño que el futuro fundador de la Congregación Salesiana había tenido a los 9 años y que marcó su destino: vio un campo lleno de fieras que se convertían en corderos y a un hombre (Jesús) que le dijo: «No con golpes, sino con la mansedumbre y con la caridad deberás ganarte a estos tus amigos». Junto a Él, una mujer (María) le enseñó el «campo, he aquí donde tienes que trabajar; hazte humilde, fuerte, robusto…».

Este 2024 se cumplen 200 años de aquella noche. Para celebrarlo, la inspectoría de Santiago el Mayor de los salesianos ha organizado una serie de eventos y el más destacado un musical, Sueños, que encargaron al sacerdote Toño Casado y que se estrenará en abril. «Toda la vida de Don Bosco —cuenta para Alfa y Omega Fernando García, inspector provincial— fue ir descubriendo esa transformación pedagógica y espiritual». Esas intuiciones que el santo italiano tuvo en el siglo XIX «siguen siendo replicables ahora: el sistema preventivo funciona» cuando «te ganas el corazón de los chicos con amabilidad, dulzura, siendo creíble para ellos, en un ambiente de familia…».

¡Magia!

Accedemos al teatro de los salesianos de Atocha el segundo día del casting que servirá para elegir a los diez actores del musical. Han sido más de 300 los candidatos, de los que seleccionaron 50. Ahora, en grupos de diez, se les prueba la voz y sus dotes para el baile. «Nos ha venido gente buenísima», reconoce Casado. «El actor de un musical es el más completo; tiene que tener una voz maravillosa y, a la vez, ser un buen bailarín y llenar el escenario», destaca el autor, compositor y director de Sueños. Además, para este musical en concreto, se buscarán habilidades circenses. Sí, Sueños se ambienta en un circo del siglo XIX que contará al espectador la historia de Juanito Bosco, un niño pobre nacido al norte de Italia que fue mago, saltimbanqui —«cartas, naipes, bolas, zancos, saltos y carreras eran diversiones que me agradaban mucho», contaba él mismo— y que llegó a ser un cura muy particular. «Es el musical más divertido que he hecho», destaca el también autor de 33 El Musical y Vía Crucis. Y, además, «revolucionario, porque contar hoy la historia de un cura…».

Para llevarlo a cabo, la inspectoría quería algo «muy profesional» y, así, Casado se ha buscado «al Real Madrid de los musicales»: Juan Sebastian (Puy du Fou), escenógrafo; Pascu Ortí (Chicago, My Fair Lady), coreógrafo; Silvia Fiestas (Cabaret, Mamma Mia, Pretty Woman), productora, y Julio Awad (El Fantasma de la Ópera), director musical, entre otros. Aprovechan entre grupo y grupo para charlar con alumnos de FP de la asignatura, precisamente, de Casting, que han acudido a las audiciones. También ha estado Fabio Attard, consejero general para la Pastoral Juvenil salesiana, de visita extraordinaria a la inspectoría en nombre del rector mayor, Ángel Fernández Artime.

Pascu enseña a los candidatos una coreografía con música de circo en la que tendrán que presentarse al público, hacer de domadores, fieras, acróbatas… Curtidos en estas lides, aprenden rápido los pasos. «Si os equivocáis, no pasa nada, la idea es ver qué coordinación y personalidad tenéis… ¡Que salga de ahí magia! ¡Mucha mierda!», los anima. Entre los actores está María José Garrido (34 años), «muy contenta porque Toño Casado es un pedazo de músico y Julio Awad es lo mejor que tiene este país». O Nerea, de 22 años, que se vino de su Málaga natal a Madrid a los 18, que vio 33 «y me gustó muchísimo», y a la que ilusiona «poder participar en un proyecto nuevo creado en España». Sueñan con hacer Sueños, que hace referencia no solo al santo, también a aquellos «sueños que Dios tiene en ti». «Don Bosco luchaba por los sueños que Dios tenía para cada uno de esos chicos», concluye Casado.