El mundo ya está oficialmente de JMJ
Con la Misa de apertura de este martes dio comienzo la 37º Jornada Mundial de la Juventud
Faltaban horas para que comenzara la Misa de apertura de la JMJ Lisboa 2023, pero en el parque Eduardo VII de Lisboa ya se empezaban a congregar grupos de peregrinos. La mañana de este 1 de agosto se había levantado muy soleada en Lisboa, con calor moderado que fue aumentado a lo largo del día. Para cuando los asistentes empezaron a llenar los jardines centrales el sol ya picaba en lo alto. En cualquier caso, nada impedía la alegría y emoción de los asistentes, organizados por países, congregaciones, diócesis, parroquias, movimientos…
Al parque Eduardo VII de Lisboa, que cuenta con un jardín botánico y miradores desde los que se puede ver el centro de la capital lusa, los organizadores de la JMJ lo han llamado Colina del Encuentro. Y en este martes ha sido un lugar de encuentro de gentes del mundo como en pocas ocasiones. Casi se diría que no había país que no tuviera una representación de su bandera. Estaba España, pero también Suiza, Alemania, China, Australia, Estados Unidos…
Allí estaban, por ejemplo, Mateo y Juanma, dos jóvenes de Uruguay que han acudido con su diócesis de Maldonado Minas Rocha. Llegaron a Lisboa después de haber hecho parada en España para conocer Madrid, Barcelona, Zaragoza y Ciudad Rodrigo, con motivo del Año Jubilar Teresiano. Les parece «increíble ver cómo tantos jóvenes viven la fe», explica Mateo, ellos que vienen de un país en el que «hay muy poca fe».
Algo parecido viven en Israel. Nos lo contaba Daniele, la coordinadora de uno de los grupos llegados desde el país, con una veintena de jóvenes de distintos puntos. Son católicos que hablan hebreo y que comenzaron a caminar juntos con motivo de la JMJ Madrid 2011. Entonces eran 16 jóvenes; ahora rondan los 70 que se reúnen todos los meses en encuentros de fin de semana para hacer comunidad. Daniele traslada la emoción de todos estos jóvenes en esta JMJ: «Es una experiencia muy especial, sobre todo porque en Israel no te encuentras con cristianos todos los días».
La universalidad de la JMJ se refleja en la multitud de banderas que hay en la explanada de la Colina del Encuentro. Nos acercamos a una que sobresale, la de Angola. Bajo ella está un grupo en el que también hay niños casi bebés. Son los hijos de Jorge Nguengo, que participa en la JMJ con la diócesis de Luanda. No es su primera, pero esta de Lisboa sí tiene algo de especial por el hecho de poderla vivir con su familia. «Cada católico tendría que tener la oportunidad de participar en una de ellas», concluye, tras apreciar que es «muy difícil» expresar lo que uno siente.
«Cuando el corazón está lleno, rápidamente se desborda»
La Eucaristía comenzaba a las 19:00 horas. La mayoría de los asistentes se habían situado ya en sus sectores; otros muchos se desbordaban por los laterales de los jardines. Presidía el cardenal patriarca de Lisboa, monseñor Manuel Clemente, en una celebración concelebrada por un numerosísimo grupo de obispos y sacerdotes, situados frente al escenario en el que se había situado el altar. Durante la homilía, el cardenal Clemente saludaba a los presentes deseando que «se sientan como en casa» en estos días. El prelado se detenía en aspectos destacados del Evangelio proclamado, el que da lema a la JMJ Lisboa 2023: María se levantó y partió sin demora.
Como ella, los jóvenes llegados a Lisboa también se han puesto en camino, en muchos casos de manera costosa. «De lejos o de cerca, emprendes tu camino». Es el camino de la vida, pero el verdadero, no el de las pantallas, sino el que «nos lleva al encuentro con los demás y con el mundo tal cual es, tanto para admirarlo como para hacerlo mejor». La prisa de María habla «de la urgencia del anuncio», ha continuado, porque, «cuando el corazón está lleno, rápidamente se desborda». Pero, como dice el Papa, «de prisa, pero no con ansiedad», ha recordado el patriarca. Es la diferencia entre el «afán por lo que aún no tenemos y queremos sin descanso» y «el compartir lo que ya nos lleva».
Y a su vez, el saludo de María a Isabel y la acogida de ésta en su casa es muestra de la senda a seguir. «Mucho de esto falta en el mundo en el que estamos, cuando no nos preocupamos por los demás ni prestamos atención a los que conocemos». El patriarca concluía afirmando que «el mundo nuevo comienza con la novedad de cada encuentro y la sinceridad del saludo que intercambiamos».
Vestiduras del patriarca y coro JMJ
Las vestiduras utilizadas por el cardenal patriarca de Lisboa han sido diseñadas especialmente para la ocasión por Pedro Tavares, sacerdote responsable de la liturgia durante la JMJ. El diseño nació a partir del propio logo del evento, y por tanto recoge el camino y el rosario. Las líneas y franjas representan el primer elemento, y los círculos —cinco en la parte anterior y cinco en la posterior—, las cuentas del segundo. El tono dorado representa, explica Tavares, lo divino y la gloria.
La Eucaristía ha estado interpretada por el Coro y Orquesta de la JMJ 2023, compuesto por 210 cantantes y 100 músicos de todas las diócesis de Portugal, dirigidos por Joana Carneiro. También estaba presente el proyecto Mãos que Cantam, un coro que, durante la semana de la Jornada, estará compuesto por seis personas sordas dirigidas por el maestro Sérgio Peixoto con el apoyo de la intérprete Sofia Figueiredo. Este coro interpreta coreográfiamente las canciones en lengua gestual portuguesa, promoviendo la inclusión de las personas sordas.
En los jardines, presidiendo, se habían colocado los símbolos de la JMJ, que peregrinan en cada uno de estos encuentros: la cruz de los jóvenes y el icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani. La Misa concluía pasadas las 20:30 horas, cuando comenzaba el desalojo de la colina en medio de cánticos en español: «Esta es la juventud del Papa».