El mundo mira a China pendiente de la sentencia de Jimmy Lai
El activista chino ha sido condenado de nuevo y podría pasar el resto de su vida en la cárcel. «Es también una sentencia de muerte para la libertad de prensa» en el país, dice Amnistía Internacional
El Tribunal Superior de Hong Kong ha declarado esta semana al activista Jimmy Lai culpable de dos delitos de conspiración para actuar en connivencia con fuerzas extranjeras y uno de conspiración para cometer sedición, con lo que podría ser condenado a la pena máxima de cadena perpetua.
Lai fundó el periódico Apple Daily en 1995, y durante las protestas prodemocráticas en Hong Kong de 2019 se posicionó en favor de los opositores al régimen chino. En junio del año siguiente 200 policías asaltaron la sede del diario y Lai fue detenido junto con sus dos hijos y varios altos cargos del periódico. El medio acabó finalmente clausurado y Lai permanece en prisión acusado de «connivencia con un país extranjero y elementos externos» al Gobierno de Pekín.
En el contexto del acuerdo con China
Esta nueva vuelta de tuerca en la presión sobre Lai —católico reconocido— se produce al poco del aniversario de la tercera renovación, esta vez por cuatro años, del acuerdo para el nombramiento de obispos entre la Santa Sede y la República Popular de China.
Para Sarah Brooks, directora de Amnistía Internacional China, la condena de Jimmy Lai «es como una sentencia de muerte para la libertad de prensa en Hong Kong, donde la labor esencial del periodismo ha pasado a ser un delito. Lai está en prisión sólo porque él y su periódico Apple Daily criticaban al gobierno».

«Jimmy Lai es un preso de conciencia, encarcelado únicamente por ejercer de forma pacífica su derecho a la libertad de expresión», ha añadido Brooks, por lo que «debe ser puesto de inmediato en libertad incondicional».