El mundo a través de las 40 cartas de Juan Pablo I a famosos en Ilustrissimi
Albino Luciani publicó en 1976 una recopilación de conversaciones que le habría gustado mantener con personajes históricos y de ficción. Tras su beatificación, el libro estrena una cuarta edición crítica para dar a conocer al Pontífice
Aunque Juan Pablo I solo fuera Papa durante 33 días, su trayectoria previa como pastor y los documentos con sus tiernas catequesis fueron motivos suficientes para que, junto a la milagrosa curación de la niña argentina Candela, fuera beatificado el 4 de septiembre de 2022. Sin embargo, este breve Pontífice del siglo XX es para muchos un gran desconocido. Para resolverlo, la Fundación Vaticana Juan Pablo I organizó el 24 de noviembre en la Pontificia Universidad Gregoriana un congreso que lo dio a conocer a través de los más de 5.000 libros que atesoraba en su biblioteca y, sobre todo, el volumen que él mismo publicó en 1976.
Se llama Ilustrissimi (Ilustrísimos), lo publica Edizioni Messagero Padova y es una colección de 40 conversaciones imaginarias por carta que le habría gustado mantener con personajes históricos de todas las épocas… E incluso de ficción como el propio Pinocho, muy ligado al folclore del norte de Italia, donde se crio Albino Luciani; el humilde escudero de Don Quijote, Sancho Panza; o la esposa de Ulises, Penélope. Entre las personas reales, aunque no por ello contemporáneas al véneto, Gilbert K. Chesterton, Mark Twain, María Teresa de Austria, Charles Dickens, Goethe, Guglielmo Marconi y Jesucristo.
Escrito entre 1971 y 1975, el volumen tuvo una amplia difusión durante sus primeros años en Italia debido a las especulaciones que se sembraron en torno a la muerte del Pontífice, fruto de un infarto, pero deliberadamente rodeada de misterio por muchos tertulianos y vendedores de novela negra. Tras las tres primeras impresiones de Ilustrissimi, recientemente se ha publicado una cuarta edición crítica a cargo de la vicepresidenta de la Fundación Vaticana Juan Pablo I, Stefania Falasca. Aparte de periodista especializada en este Papa, fue vicepostuladora de su causa de beatificación.
En su prólogo, el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, sostiene que «no debe extrañar que Illustrissimi sea reconocido como un clásico». Los textos, publicados en un primer momento por el cardenal Luciani en un periódico de Padua, Il Gazzetino, así como en la revista Messaggero di sant’Antonio, ganaron un peso mucho mayor cuando fue elegido Papa. «Ciertamente no podía prever el papel crucial que este conjunto de escritos desempeñaría no solo para su trayectoria personal, sino también para el catolicismo contemporáneo», valora el purpurado portugués.
Ahora queda en manos de los católicos, o simplemente literatos con curiosidad por la obra, acercarse a la mirada del mundo que tenía el Papa de la sonrisa. Un Obispo de Roma que en tan solo 33 días cambió por completo al Vaticano al volverlo más sencillo. Por ejemplo se negó a que se le coronara con la tiara papal, un símbolo que desde entonces no ha recuperado ninguno de sus sucesores.