El metropolita de Leópolis sostiene que «un milagro puede salvar a Ucrania»
Mieczysław Mokrzycki agradece la oración de todo el mundo por los ucranianos, especialmente «aquellos en primera línea de esta guerra demencial»
«Somos combatientes de Dios, no con el fusil, sino con el rosario. No en el campo de batalla, sino de rodillas ante el Santísimo Sacramento», opina Mieczysław Mokrzycki, metropolita de Leópolis, en entrevista con Vatican News. Dos años después del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, denuncia que «misiles y aviones no tripulados llueven sobre personas y ciudades». Y aunque «mueren inocentes y muchas personas, incluso niños y sacerdotes, caen en la desesperación», recalca que «la gente aún tiene fuerza y esperanza» y confía en que «un milagro puede salvar a Ucrania».
En su conversación con los medios vaticanos, Mokrzycki denuncia «la conducta de las personas que, siguiendo el mal, se convierten en frutos amargos para los demás». Advierte de que, «aunque digan que quieren defender y liberar, vemos que no es así». Alude así al presidente ruso, Vladimir Putin, quien a menudo enarbola tal discurso. «Nos duele que, unas décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial, tengamos que defender de nuevo nuestra libertad y reflexionar sobre cómo los seres humanos son incapaces o no saben recordar los horrores que la guerra dejó tras de sí», lamenta.
El arzobispo latino señala cómo, en pleno escenario bélico,«la Iglesia se compromete a ayudar a todos». Por ejemplo, a través del servicio de capellanía «organizamos la distribución de alimentos o medicinas». «Seguimos acogiendo a desplazados internos, organizamos ayuda humanitaria y la enviamos a las zonas de guerra», presume Mokrzycki. Recuerda cómo se ofrece también «esta ayuda a las familias pobres de nuestras parroquias».
Mieczysław Mokrzycki se hace eco de la Carta de Santiago cuando dice: «¿Está sufriendo alguno de vosotros? Rece». «Esto es lo que podemos dar hoy a nuestros seres queridos y a toda Ucrania», apunta el arzobispo. Señala que «nuestra oración debe ser como el incienso que siempre tiene una sola dirección, de la tierra al cielo». Y recalca que «abrazamos a todo el país con una cadena de oraciones». En especial a «aquellos que, en primera línea de esta guerra demencial» combaten «por la libertad de la patria».
El metropolita de Leópolis agradece la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María que Francisco hizo en marzo de 2022. «Vimos que el sábado siguiente el Ejército ruso se retiró de Kiev», señala. Y apunta que los ucranianos «saben mostrar una gran solidaridad y apoyarse mutuamente». Por su parte, «los soldados hablan a menudo del poder de la oración que experimentan y están agradecidos a todos los que rezan por ellos».
El arzobispo narra en su entrevista el relato de un soldado que se quedó sin munición mientras los rusos rodeaban su posición. Su tío había muerto recientemente. Entonces pidió: «Señor Dios, haz algo, porque mi familia no sobrevivirá a dos funerales». Sus atacantes dieron media vuelta inmediatamente. «Para él y para nosotros es un milagro tangible, una señal de la intervención de Dios», considera Mokrzycki.
Finalmente, el metropolita muestra su agradecimiento a todos quienes rezan por ellos. También y «especialmente» a Polonia, «por su hermosa actitud de amor». Este país vecino ya ha acogido en torno a dos millones de refugiados. «La actitud de los polacos sorprendió a los ucranianos y ellos son conscientes del gran corazón que les mostraron, haciendo gala de su verdadera humanidad y cristianismo», concluye.