El Kurdistán investigará el robo de casas y tierras a cristianos
Solo en la provincia kurda iraquí de Dohuk los vecinos de los cristianos se apropiaron de 190 kilómetros cuadrados de bienes inmuebles
La Oficina de la Región Autónoma del Kurdistán Iraquí ha pedido al Gobierno regional que cree una comisión ad hoc para verificar, documentar y perseguir las expropiaciones ilegales sistemáticas de tierras e inmuebles sufridas en los últimos años por parte de propietarios cristianos, especialmente en la zona de Dohuk. La decisión, de la que informa Fides citando al medio árabe cristiano ankawa.com, también se produjo gracias a la movilización del Comité Independiente de Derechos Humanos, que a finales de julio había presentado una solicitud a las autoridades de la región autónoma del Kurdistán pidiendo la creación de un organismo con representación de distintos ministerios para abordar este problema.
El trabajo de la comisión tendrá como objetivo sancionar los abusos sufridos por los propietarios cristianos durante los años en los que toda la zona norte de Irak vivió la dramática experiencia de la invasión del Daesh y crear las condiciones para que el fenómeno no vuelva a ocurrir. También se pedirá a la comisión que dibuje un mapa de las propiedades expropiadas ilegalmente.
Las expropiaciones a gran escala de tierras e inmuebles pertenecientes a familias cristianas, tanto asirias como caldeas, se denunciaron sobre todo en el año 2016, cuando la zona empezaba a ser liberada. Después de los daños y apropiaciones realizadas por los miembros del Estado Islámico, fueron los propios conciudadanos kurdos los que, de forma individual o coordinada, se quedaron con las casas de sus vecinos.
56 pueblos
Ya en ese momento el doctor Michael Benjamin, director del Centro de Estudios de Nínve, indicó que solo en la provincia de Dohuk existía una lista de 56 pueblos en los que la superficie de la tierra confiscada asciende a 190 kilómetros cuadrados. El 13 de de abril de 2016, varios cientos de cristianos de la región de Nahla organizaron una concentración de protesta frente al Parlamento de la región autónoma del Kurdistán iraquí para protestar contra este fenómeno. Estos abusos han sido llevados varias veces a los tribunales, hasta ahora sin éxito.
Las expropiaciones ilegales se han dirigido principalmente a tierras y hogares pertenecientes a cristianos que han abandonado la zona, especialmente desde la década de 1980, para escapar de los conflictos regionales y la violencia sectaria y tribal que estalló con mayor intensidad y virulencia tras las intervenciones militares de coaliciones internacionales.