El Gobierno de R. D. Congo investigará la masacre de 131 personas en Kivu Norte
La situación de seguridad en el este de la República Democrática del Congo «se ha deteriorado dramáticamente» en las últimas semanas, ha informado la misión de la ONU
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha acogido con satisfacción la decisión del gobierno de la República Democrática del Congo de investigar los recientes ataques presuntamente cometidos por el grupo armado M23 en las aldeas de Kishishe y Bambo, en Rutshuru (Kivu del Norte). Los días 29 y 30 de noviembre estas incursiones dejaron al menos 131 civiles muertos, entre ellos 17 mujeres y doce niños. Ocho más resultaron heridos.
El jefe de MONUSCO, Bintou Keita, presentó el 9 de diciembre un informe sobre la situación en el país al Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York. En ese foro, Keita dijo a los embajadores que la situación de seguridad en el este de la República Democrática del Congo «se ha deteriorado dramáticamente» en las últimas semanas.
En un comunicado de su portavoz, Guterres ha aplaudido la decisión de las autoridades congoleñas «de investigar estos incidentes con miras a llevar a los responsables ante la justicia», apuntó. El secretario general ha afirmado que la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) seguirán apoyando al Gobierno en estos esfuerzos. Asimismo, instó al M23 y a todos los demás grupos armados a cesar de inmediato las hostilidades y desarmarse incondicionalmente.
Entrada de asistencia humanitaria
Guterres también pidió a todas las partes que faciliten el acceso de la ayuda humanitaria a las comunidades afectadas y garanticen la protección de los civiles y el respeto del derecho internacional humanitario. El titular de la ONU subrayó el firme compromiso de la Organización de apoyar al Ejecutivo y al pueblo congoleños en sus esfuerzos por lograr la paz y la estabilidad en el este del país.
Los ataques del 29 y 30 de noviembre son los más recientes en una ola de violencia contra la población civil por grupos armados en el este de la República Democrática del Congo. Esta realidad ha obligado al Vaticano a desistir de que el Papa Francisco visite la región durante su viaje al país, del 31 de enero al 3 de febrero; una etapa que sí estaba prevista para el viaje de julio, que tuvo que posponer por su dolencia en la rodilla.