Hay un rincón manchego de casas blanqueadas con cal y geranios en las ventanas, un pintoresco paisaje por el que deambularon las mujeres almodovarianas en Volver, cuyo creador nació a unos pocos pueblos de distancia. En esta localidad ciudarealeña, marcada por el ilustre e internacional vecino-director de cine y las berenjenas, desde 1979, el justiciero sol estival baña cada mes de julio un festival que comenzó en torno a unas jornadas de teatro clásico y ahora se ha convertido en uno de los certámenes internacionales con más solera del panorama teatral.
Todo comenzó con un descubrimiento. El corral de comedias de Almagro, restaurado entre los años 1953 y 1962, puso al pueblo en el punto de mira de dramaturgos y expertos. No había un lugar mejor para pasar unos días de verano imbuidos en representaciones teatrales que el lugar donde se encuentra el único corral de comedias que se conserva intacto desde principios del siglo XVII, inserto en la característica plaza Mayor verde donde cientos de visitantes y lugareños degustan duelos y quebrantos.
En estos más de 40 años de vida del festival, Almagro se ha ido convirtiendo en epicentro de cultura. No solo se encuentran allí el Museo Nacional del Teatro o varios teatros para una población de 9.000 personas, sino que para el festival se ponen a disposición de creadores, actores y público una veintena de lugares donde toma protagonismo la palabra del Siglo de Oro para recordar cuán fértil fue la cultura y la lengua española.
La Antigua Universidad Renacentista, que nació como espacio escénico del festival en 2006, acogió el pasado fin de semana una propuesta del Museo Universidad de Navarra sobre los escritos de fray Luis de León acerca de El cantar de los cantares. Ubicada en la iglesia del antiguo monasterio-universidad de Nuestra Señora del Rosario, entre sus muros se fusionaron lo lúdico y lo sagrado en una performance en la que dos actores, hombre y mujer, y una cantante, interpretaron alegóricamente los estados del amor entre la esposa y el Esposo, envueltos en fotografías de José Ortiz Echagüe. «Las figuras del fotógrafo reviven en los versos del poeta, como un milagro que sobrevuela tiempos y espacios», aseguran sus creadores. Una obra compleja, sin duda, y dirigida a mentes y preparadas para novedades. Aunque este año el festival cierra ya sus puertas, no se duerman para el curso que viene. Las entradas vuelan.
★★☆☆☆
Corral de Comedias
Plaza Mayor, 18, Almagro
OBRA FINALIZADA