El drama de ver morir a tu hermano de nueve años en la patera y cómo tiran su cuerpo al mar - Alfa y Omega

El drama de ver morir a tu hermano de nueve años en la patera y cómo tiran su cuerpo al mar

La barquilla donde viajaban la niña y su hermano acompañados por su madre llevaba cinco días en el mar

Redacción
Foto: EFE

El relato de una niña de unos doce años de Guinea Conakry dejó helados este fin de semana a los miembros de los servicios de emergencia que atendieron a una patera llegada al sur de Gran Canaria en la noche del pasado viernes al sábado. Su hermano, de nueve, falleció solo unas horas antes, mientras estaban perdidos en el Atlántico, y sus compañeros de travesía arrojaron su cuerpo al mar, informa Efe.

La embarcación, que fue rescatada en la noche del viernes por la Guardamar Talía, de Salvamento Marítimo, estaba formada en su mayoría por mujeres –21 de los 34 ocupantes–, entre ellas, una niña y una joven embarazada. Entre los varones, se contaron dos niños de ocho y nueve años.

Los ocupantes de la barquilla, subsaharianos, aseguran que llevaban unos cinco días en el mar cuando los encontró un avión de salvamento, unos 160 kilómetros al sur de la tierra que ahora pisan.

Su estado de agotamiento, mareo, deshidratación y debilidad quedó acreditado: la mayoría apenas pudo caminar sin ayuda cuando descendían al muelle, a varios los sacaron del barco las asistencias en camilla y dos fueron directamente al hospital.

En el muelle se vivieron situaciones dramáticas. Por ejemplo, una mujer tuvo que ser sedada ante un fuerte ataque de ansiedad. Era la madre del niño fallecido. Su otra hija, mientras, contaba a los voluntario de Cruz Roja y a los sanitarios la historia terrible de su hermano, que se fue apagando poco a poco en el océano y se quedó en el mar.

Más de 23.000 personas llegaron el año pasado en patera o cayuco a Canarias y al menos 600 se dejaron la vida en el camino, según el cálculo de mínimos que hace la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas y que varias ONG directamente implicadas en la asistencia a los inmigrantes, como Cruz Roja o Caminando Fronteras, elevan por encima de las 1.000 víctimas.