El Día de la Tierra, una oportunidad para los gestos concretos
Con motivo este lunes de la celebración del Día Internacional de la Tierra, Manos Unidas lanza tres nuevos proyectos de cooperación en Camboya, Madagascar y Paraguay
Manos Unidas continúa la línea de acción del año pasado, en la que invirtió cerca de un millón y medio de euros a diversos proyectos relacionados con el medio ambiente en diversos países. Este año, y con motivo del Día Mundial de la Tierra que se celebra este lunes, la asociación lanza tres nuevos proyectos en diferentes lugares para luchar contra la desigualdad provocada por el cambio climático.
Estas nuevas iniciativas se desarrollarán en Asia, África y América Latina y El Caribe, y pretenden hacer frente a «una espiral de desigualdad y pobreza» así como avanzar hacia «una economía más sostenible que funciones tanto para las personas como para el planeta», según detallan en una nota de prensa.
«Trabajar por la salud de los ecosistemas es imprescindible para que la gente más pobre pueda vivir con dignidad y eso pasa por el cuidado de la Tierra», alerta Marco Gordillo, coordinador del Departamento de Incidencia y Alianzas de Manos Unidas.
En el marco de este Día Internacional de la Tierra, el movimiento Aldea por la Tierra, inaugurado en 2016 por el Papa Francisco, ha organizado en Italia durante toda la semana conciertos, tertulias, talleres didácticos o actividades deportivas con la participación de personas de más de 193 países.
Como colofón de esa semana, este domingo tuvo lugar una Marcha por la Paz por las calles de Villa Borguese, en Roma. Con una batucada y marcada por un ambiente festivo y de celebración, centenares de personas han pedido que la palabra ecología se transforme en gestos concretos. «No sólo palabras bonitas, sino iniciativas reales que se están llevando a cabo en muchas partes del mundo para salvar el planeta», según recoge Vatican News.
Camboya es uno de los lugares elegidos para desarrollar un proyecto donde se capacitará a agricultores de 28 aldeas de Siem Reap, al norte del país, y se pondrán en marcha técnicas de cultivo aprendiendo sobre variedades de arroz resistentes a la sequía. En este país, la falta de agua por los efectos climáticos se ve intercalada con lluvias torrenciales teniendo efectos devastadores sobre todo a la producción local de arroz.
Por otro lado, la archidiócesis de Antsiranana en Madagascar lleva más de 30 años luchando contra la pobreza desde la ecología integral en un país en el que la deforestación arrasa cada año con 300.000 hectáreas de bosque. A ellos se une también Manos Unidas con otra iniciativa que aúna a más de 320 personas y pretende fomentar la creación de viveros, jornadas de reforestación y eventos medioambientales.
Una situación parecida vive Paraguay donde, según datos de WWF, la masa boscosa ha pasado de nueve millones de hectáreas originales a 1,3 millones en 2016. Allí, cerca de 25.000 personas formarán parte de un proyecto con acciones preventivas de reducción de emisiones y adaptación, promoviendo hábitos y sistemas productivos agroecológicos, además del fomento de empleos verdes, ecoturismo y gestión del territorio.
Además, todos estos proyectos se realizan de la mano de organizaciones locales porque «son las que conocen la realidad y a las poblaciones afectadas», explica Encarni Escobar, responsable de proyectos de Manos Unidas en conversación con Alfa y Omega. «Son ellas las que pueden hacer las propuestas más ajustadas a las necesidades y las que mejor den solución a los problemas. Sin ellas nuestra labor no sería posible».
El Papa Francisco también se ha hecho eco de este Día Mundial de la Tierra con un mensaje en la red social X en el que ha relacionado el cuidado del planeta con la paz, y en el que nos llama a ser «artesanos y constructores de la casa común».
En este contexto, la plataforma Enlázate por la Justicia ha publicado una entrevista con el sacerdote jesuita chileno Carlos Andrés Sergio Bresciani, que vive en territorio mapuche y lleva años acompañando a comunidades para «fortalecer la salud y espiritualidad del territorio, el idioma mapuche y el cuidado de la tierra», según indican en la página web de CONFER. Todo ello como resultado de realidades locales que son «consecuencia del actual modelo económico depredador e individualista».
Además, Bresciani es coordinador de la Red de Solidaridad y Apostolado Indígena de la Compañía de Jesús y en la entrevista explica que, a través de espacios de diálogo virtual y presencial, trata de articular momentos de acompañamiento entre quienes viven y colaboran en territorios indígenas.