El Congreso Católicos y Vida Pública llama a «defender los fundamentos» frente a los «extremismos»
Bajo el lema Quo vadis. Pensar y actuar en tiempos de incertidumbre, el congreso se celebrará del 15 al 17 de noviembre
El XXVI Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación San Pablo CEU, ha hecho un llamamiento a los católicos para «salir de un intento de marginación» y «redoblar» la defensa de sus «fundamentos», como la defensa de la vida y la familia, frente al relativismo y los extremismos.
«Si el relativismo está en el fondo, en la causa de la pérdida de referencias permanentes, el extremismo tampoco es la solución a los problemas de una sociedad que necesita cohesión y fundamentos. Si la crisis es de fundamentos, la solución de verdad estará en el fortalecimiento de los mismos, no en la búsqueda del extremo, y mucho menos en la insistencia del relativismo. Si la crisis está en la persona, la solución, de verdad, pasa por un cambio de actitud personal», han subrayado, según Europa Press, los organizadores del congreso.
Así lo han advertido en un manifiesto que ha sido leído este martes durante la presentación del congreso, en el que han intervenido los nuevos codirectores del mismo, María San Gil y José Masip. El congreso se celebrará del 15 al 17 de noviembre bajo el lema Quo vadis. Pensar y actuar en tiempos de incertidumbre, con el que invitan a reflexionar sobre «hacia dónde van» los católicos y la sociedad.
Según precisan en el manifiesto, es necesario que los católicos tomen «conciencia» del papel que les corresponde, convoquen a «una nueva generación» y salgan «de un intento de marginación y desprecio de una moda dominante, que parece empeñada en no entender la causa de la crisis».
«Tan equivocada es la consideración de que todos los católicos pensemos lo mismo en todas las cuestiones políticas, como concluir que no tenemos cohesión alguna en el ámbito público, razón por la que deberíamos abstenernos de toda toma de posición social y política», insisten.
Así, apuntan que «no se trata de buscar, encontrar y apoyar una opción política partidaria, sino de enunciar y articular una estrategia o un conjunto de iniciativas, a modo de plan que contribuya a una toma de conciencia de la gravedad de la situación».
Para los organizadores del congreso, el título de esta edición confirma «una ecuación inequívoca: cuanto mayor es la pérdida de referencias permanentes, más desorden político y social existe».
En concreto, con el concepto de pérdida de referencias permanentes se refieren al «ocultamiento de todo lo que expresa la transcendencia del ser humano, así como la construcción de un orden social y político basado en la premisa más o menos explícita de vivir como si Dios no existiera».
Una opción, según añaden, definida por un «craso materialismo que no pueda dejar de llevar a la civilización occidental a la decadencia, a la crisis y al desorden».
Además, advierten de que, en paralelo, y «de un modo acuciante», la sociedad actual se enfrenta a «un relativismo moral que está en el fondo de una crisis, quizá sin precedentes, que pide de los católicos un redoblado esfuerzo en la defensa de sus fundamentos: la defensa de la vida, la familia, la cultura del esfuerzo, la dignidad y la naturaleza de la persona humana».
«La defensa hoy de los fundamentos cristianos de nuestra sociedad no es un ejercicio de “fundamentalismo”, sino que, por el contrario, significa ser vanguardia del debate principal del futuro de nuestras sociedades», puntualizan.
Si bien, reconocen que existe un sentimiento de «desmoralización», consecuencia de «una cierta impotencia ante el avance y la imposición sistemática de una nueva sociedad, de un desorden social, que nunca ha sido ni explicado ni votado, sino que, por el contrario, ha sido silenciado», un sentimiento que, según alertan, «arrastra a un individualismo feroz».
Asimismo, avisan de que «de forma paradójica en Occidente, este relativismo convive con el extremismo en el ámbito político» y precisan que el extremismo «tampoco es la solución».
Por ello, animan a la transformación de un «catolicismo social, por lo general silencioso e irrelevante, en una minoría creativa», tal y como interpelan los Papas Benedicto XVI y Francisco.
Pérdida de valores
Durante el acto de presentación, José Masip ha expresado que es «preocupante» la «pérdida de valores en la sociedad actual». No obstante, ha puntualizado que la situación tampoco es «dramática» porque «la historia está llena de baches y siempre se sale», y ha animado a los católicos a intervenir en la vida pública «más intensamente».
Sobre las ponencias del congreso, Masip ha avanzado que contarán con «personalidades de prestigio internacional» y también habrá mesas redondas protagonizadas por movimientos jóvenes y youtubers.