El colegio cardenalicio a partir del sábado: el impulso del sur y el este
Desde el cónclave de 2013, los cardenales italianos han pasado del 24 % al 17 %. En cambio, los africanos, asiáticos y oceánicos, del 20 % al 30 %
Tras el consistorio de este sábado para la creación de 13 nuevos cardenales, nueve electores y cuatro no electores, la composición del colegio cardenalicio (y de un posible cónclave) sigue evolucionando en las líneas marcadas por Francisco desde el comienzo de su pontificado. Así, aunque en este último consistorio más de una tercera parte de los neocardenales son de origen europeo, el Viejo Continente sigue teniendo menos peso que en el cónclave que eligió al sucesor de Benedicto XVI: un 42 % de los cardenales electores, frente al 52 % de entonces.
También ha descendido, aunque en menor proporción, el número de electores de Norteamérica (Estados Unidos y Canadá; en este análisis se incluye México como parte de América Latina), que pasan del 12 % al 10 %. Con todo, resulta curioso que con el primer latinoamericano en la sede de Pedro, la presencia de este continente en un posible cónclave no haya cambiado de manera significativa, creciendo solo del 17 % al 18 %.
Francisco ha querido impulsar sobre todo la representación en el gobierno de la Iglesia universal de África, Asia y Oceanía, que pasan de representar una quinta parte de los electores (20 %) a casi un tercio de los mismos (30 %). Subrayando, además, la presencia de países pequeños, como es en este consistorio el caso de Brunei.
España, casi empate con Estados Unidos
En cuanto a los países, Italia sigue siendo, con 22 electores, el más representado. Con todo, desde 2013 ha pasado de suponer casi una cuarta parte del cónclave (24 %) a un 17 %, en torno a un sexto. Le siguen Estados Unidos, con nueve cardenales electores, y España, que podría empatar con aquel país porque tiene nueve o seis, según se contabilice.
En primer lugar, hay cuatro cardenales que son obispos de diócesis españolas: Ricardo Blázquez, de Valladolid; Antonio Cañizares, de Valencia; Juan José Omella, de Barcelona; y Carlos Osoro, de Madrid. A ellos se suman dos cardenales de la Curia: Miguel Ángel Ayuso, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso; y Luis Francisco Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
A ellos podrían sumarse otros tres cardenales de origen español, pero que son obispos de otras diócesis: Celestino Aós, arzobispo de Santiago de Chile; José Luis Lacunza, obispo de David (Panamá); y Cristóbal López, obispo de Rabat (Marruecos). A diferencia de los curiales, en las estadísticas vaticanas, estos obispos se incluyen en las cifras de los países en los que ejercen su ministerio.
Un 57 % creados por Francisco
Después de que en el consistorio del año pasado los cardenales nombrados por Francisco ya superaran la mitad de los electores, a partir del sábado este proceso de renovación demográfica se ratificará, con un 57 % de nombrados por el Papa argentino: 73, frente a los 39 que fueron creados por Benedicto XVI y a los 13 de Juan Pablo II.
Otra clave es que, una vez más, el Pontífice conforma un colegio cardenalicio por encima del límite canónico de 120. Una decisión que ha tomado otras veces y que parece destinada a que haya relevo para los seis miembros que, a lo largo de 2021, pasarán a ser no electores. Entre ellos están el australiano George Pell y los italianos Beniamino Stella y Angelo Scola, junto con un sudanés (Gabriel Zubeir Wako), un sudafricano (Wilfrid Napier) y un mauritano (Maurice Piat).