En la Irlanda de 1967, tres amigas de avanzada edad llevan tiempo acariciando el sueño de peregrinar a Lourdes con la parroquia. Se trata de Lily (Maggie Smith), Dolly (Agnes O’Casey) y Maureen. Pero esta última fallece y su billete irá a parar a Eileen (Kathy Bates), que desea ir a Lourdes porque tiene un bulto en el pecho, algo que mantiene en secreto. Lo que aparentemente va a ser una divertida comedia da un inesperado giro cuando aparece de pronto Chrissie (Laura Linney), la hija de Maureen, que lleva 40 años sin volver al pueblo. Un montón de secretos guardados amenazan con amargar el anhelado viaje a Lourdes. Pero la Virgen tiene su modo particular de hacer milagros.
Un reparto de primer nivel bajo la batuta de Thaddeus O’Sullivan, un veterano director irlandés que, con casi 80 años, lleva mucho tiempo dirigiendo series de televisión. La película es muy poliédrica y se puede ver desde muchos ángulos. Por ejemplo, como la historia de unas mujeres que no han salido nunca de sus hogares y que ven la posibilidad de una evasión temporal de sus quehaceres de ama de casa. O como la típica historia de secretos familiares en la Irlanda profunda bajo la atenta y silenciosa mirada del párroco. Pero si hay una perspectiva que gana por goleada es ver la película como una historia de perdón. De dolor y perdón; de pecado y misericordia. Y ello enmarcado en la categoría del milagro, pero no entendido como una esplendorosa e imposible curación de una enfermedad, sino como la silenciosa e invisible sanación de los corazones. Cada protagonista va a Lourdes con su mochila de miedos, culpas y dolores y Lourdes las devolverá a Irlanda convertidas en otras personas. Hay alguna subtrama referida al aborto, que no se desdramatiza ni se trata a la ligera.
Esta historia positiva tiene momentos de drama y otros desbordantes de simpatía, con inteligente guion a tres manos de Jimmy Smallhorne, Timothy Prager y Joshua D. Maurer. La puesta en escena es muy dinámica, apoyada con una producción muy sólida y con riqueza de localizaciones y de vestuario, amén de unos secundarios muy bien desarrollados. La figura del sacerdote, siendo positiva, se queda corta en algunas escenas en las que podría haber dado mucho más juego. Tampoco el santuario de Lourdes es que tenga un gran protagonismo religioso, pero tal como está concebida la trama, brinda un marco en el que el no creyente se puede sentir tan cómodo como el creyente. Eso sí, el carácter simbólico de los baños, como purificación interior, es evidente.
Destacan, ¡cómo no!, las interpretaciones del trío protagonista, con la recientemente fallecida Maggie Smith que, a pesar de su avanzada edad, no deja de sorprender con sus registros interpretativos; Kathy Bates, por su parte, es capaz de pasar de transmitir alegría a odio en cuestión de segundos. En definitiva, El club de los milagros es entretenida, se ve con sumo agrado, y nos habla de cosas importantes con ternura y dejando una sonrisa en los labios.
Thaddeus O’Sullivan
Irlanda / Reino Unido
2023
Drama
+13 años