El CEU participa por primera vez en la Cabalgata de Reyes de Madrid

Una de las trece carrozas —incluidas las tres de los Reyes Magos— que desfilarán este 5 de enero por las calles de Madrid será la de la Fundación Universitaria San Pablo CEU. Es el primer año que la entidad acompaña a Sus Majestades de Oriente en la Cabalgata del Ayuntamiento de Madrid, y lo hace «con muchísima ilusión y muchísimos nervios». «Nos dimos cuenta de que no había ninguna institución educativa en la cabalgata de Madrid», explica Marieta Jaureguizar, directora de Comunicación del CEU. Así, tras un primer intento el año pasado, que finalmente no pudo ser por falta de tiempo, este se pusieron manos a la obra hace ya seis meses. Coincide además con la culminación del año de la celebración de los 90 años de la institución, una trayectoria de tradición, solidez y calidad tal que «creíamos que teníamos que estar» en un evento como la Cabalgata.

La entidad se suma al lema general del recibimiento a los Reyes Magos, El regalo de la inocencia, con la representación de un ángel niño en postura de oración, rodeado de libros y conocimiento. «Nos emocionó el título», reconoce Jaureguizar, «no ha podido ser más fácil a la hora de diseñar». En este punto, el CEU abrió un concurso entre agencias; «la ganadora tuvo súper claro ese gran ángel que simboliza la inocencia de los niños y de la fe». Por su parte, los libros llevan escritas las palabras fe, esperanza, caridad, justicia, paz, verdad y misericordia. «Una institución católica no puede dejar de aludir a ellas». Se significa así la transmisión de los valores cristianos y la importancia del esfuerzo y la educación.

La carroza, que mide 16 metros de largo y cinco de alto, es un canto no solo el legado de la educación académica, sino también la educación en valores humanos y cristianos, que son, apuntan desde la institución, pilares fundamentales en su enseñanza. A la estructura se subirán, vestidos de ángeles —«no hay nada más inocente que un ángel»— alumnos, profesores, empleados, familia y amigos CEU. Eran tantos los que querían participar, más de 1.000 personas para 140 plazas, que se tuvo que hacer un sorteo. Los niños irán sobre la carroza y los adultos caminando en sus flancos, y entre todos lanzarán más de 1.500 kilos de caramelos personalizados con un mensaje: «Que Dios te bendiga».

Los participantes están convocados el viernes 5 de enero a las 11:00 horas para comenzar el día con un chocolate con churros, en un ambiente festivo que se desarrollará hasta la noche. Desde la carroza, además, se podrán escuchar villancicos de Hakuna. «Es una fiesta muy católica y muy española que hay que celebrar», concluye la directora de Comunicación del CEU.

1.500 personas y 1.200 kilos de caramelos

La Cabalgata de Madrid arrancará a las 18:30 horas en la plaza de San Juan de la Cruz con una danza aérea protagonizada por la luna como símbolo de sabiduría y experiencia. Encabezará la comitiva de los Reyes la carroza de los Mayores de Madrid, a quienes está dedicado este año el evento, elaborada en mimbre por personas mayores artesanas. Como expresó Marta Rivera de la Cruz, la delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, durante la presentación de la Cabalgata, «hemos querido hacer un reconocimiento a todos esos mayores, esos abuelos, que nos han regalado su sabiduría, su experiencia, que se han ocupado tantas veces de los nietos, que son fundamentales en las vidas de las familias».

El desfile contará con la participación de 1.500 personas, entre ellos 200 pajes reales y 15 abanderados. Durante el recorrido, desde las carrozas de los Reyes Magos se repartirán 1.200 kilos de caramelos. Más de cien jóvenes músicos de The Blue Valley North Marching Band, de Kansas City (Estados Unidos), amenizarán la Cabalgata con sus clarinetes, oboes, flautas, saxofones, piccolos, bombos, cajas y platillos. Tras el recibimiento a Sus Majestades de Oriente, en Cibeles, por parte de la corporación municipal y el saludo de estos a todos los niños de Madrid, se pondrá fin a la jornada con un espectáculo pirotécnico al ritmo del Gloria in excelsis Deo, de Vivaldi.