El CETI de Melilla se niega a atender a 14 solicitantes de asilo

El CETI de Melilla se niega a atender a 14 solicitantes de asilo

Nueve venezolanos y colombianos y cinco malienses se encuentran acampados sin asistencia ni acceso a servicios mínimos. El centro no admite el resguardo de haber pedido cita

María Martínez López
Tiendas de campaña de los solicitantes de asilo, fuera del recinto del CETI
Tiendas de campaña de los solicitantes de asilo, fuera del recinto del CETI. Foto: Delegación de Migraciones de Málaga y Melilla.

14  personas se encuentran en situación de calle a las puertas del Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) de Melilla «sin ningún tipo de asistencia, ni acceso a los servicios mínimos», ha denunciado este jueves la Delegación Diocesana de Migraciones de Málaga y Melilla. En un comunicado, la entidad expresa su «preocupación» ante esta situación. Inquieta especialmente el caso de algunos de los afectados, que «requieren asistencia médica».

Se trata de nueve venezolanos y colombianos y cinco nacionales de Mali que han manifestado su intención de pedir asilo en nuestro país. Entre ellos hay cuatro mujeres. «Debido al cambio en el sistema de citas de asilo (antes presencial, ahora de forma telemática), las personas solicitantes obtienen un resguardo de cita». Pero «el CETI no está admitiendo como manifestación de voluntad» y por lo tanto no los está atendiendo, explican los responsables de la delegación. Este criterio es contrario al «criterio expuesto por parte de las autoridades policiales competentes», inciden.

Lo ocurrido pone de manifiesto «una falta de coordinación entre Administraciones que está provocando la vulneración del derecho al asilo y una deshumanización de nuestras instituciones». Los solicitantes de asilo se han visto empujados a «improvisar un pequeño asentamiento».

La institución diocesana de Málaga y Melilla muestra «nuestra solidaridad y nuestro apoyo a estas personas, que merecen ser atendidas en condiciones dignas mientras formalizan su solicitud de asilo. Nos preocupa muchísimo la falta de respuesta por parte de la Administración». Esta debería «coordinarse con todas las autoridades competentes e incluso permitir y fomentar la cooperación ciudadana, para evitar que se den estas situaciones injustas y contrarias al bien común».

El Estado debe «garantizar el ejercicio de los derechos humanos», armonizando con justicia los intereses de distintos grupos, sin «impedir su ejercicio» con «mayores trabas burocráticas», destaca la Delegación de Migraciones. Por otro lado, expresa su agradecimiento a todas las entidades que acompañan y tratan de atender las necesidades de estas 14 personas. Una de ellas, destacan, es la Iglesia.

El servicio de la caridad «implica la cercanía y apoyo fraterno, para el ejercicio de los derechos», apunta el comunicado. De forma más general, «animamos a defender y practicar una política de migración y asilo coordinada y eficaz, que ponga en el centro a las personas, que no renuncie a la tutela de sus derechos y que se guíe por la razón, teniendo presente los verbos que el Papa Francisco nos ha repetido hasta la saciedad: acoger, proteger, promover e integrar».