El cardenal Rouco hace presente Madrid 2011 en el Meeting de Rímini: «La JMJ también es un gran reto cultural» - Alfa y Omega

El cardenal Rouco hace presente Madrid 2011 en el Meeting de Rímini: «La JMJ también es un gran reto cultural»

La Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011 supone un gran reto para la Iglesia en todos los órdenes. Sobre ello habló el cardenal Rouco, en un encuentro con la prensa, durante el Meeting de Rímini. El cardenal arzobispo de Madrid se refirió también a otros temas de actualidad, como la anunciada reforma de la ley de libertad religiosa, los inmigrantes que llegan a Europa en condiciones dramáticas o la manifestación por la vida convocada para octubre. He aquí algunas de sus respuestas:

Redacción
Un momento de la vigilia de oración en la JMJ de Sydney 2008.

JMJ Madrid 2011:

La Jornada supone un reto eclesial, pastoral, apostólico, grande; y significa también un gran reto cultural, al que queremos responder con la colaboración de las Administraciones públicas, y también en cooperación con los Museos nacionales. Con el Museo del Prado estamos tratando de organizar un itinerario que se titulará Buscando a Cristo.

Y también supone un reto logístico, que está en estrecha relación con el número de peregrinos que esperamos. Nos hemos propuesto ofrecer alojamiento, por lo menos, para un millón o millón y medio de jóvenes. Creemos que vamos a poder responder a este reto formidable con la colaboración de las propias fuerzas de la Iglesia en Madrid, sus parroquias y sus colegios, pero también con la ayuda de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y los Ayuntamientos del Madrid metropolitano.

Manifestación contra el aborto del 17 de octubre:

Es evidente que esa manifestación la promueven organizaciones ciudadanas, entre las cuales se encuentran organizaciones católicas, o entre cuyos miembros se encuentran muchos católicos, probablemente también los que no participan activamente en la vida de la Iglesia. Creo que va a ser un reflejo muy vivo de la realidad social de España y de cómo se está viviendo este proyecto de ley por parte de muchos sectores de la sociedad española. Los obispos españoles, en estas ocasiones, ya hemos dicho que los católicos deben comprometerse también en a vida pública, y en todas las grandes causas que tienen que ver con los derechos fundamentales de la persona, y en primer lugar con el derecho a la vida.

Ley de libertad religiosa:

Es oficial que el Gobierno proyecta cambiar la ley de libertad religiosa. No se nos ha remitido todavía ningún texto en torno al anteproyecto o a sus bases. La actual ley vigente de libertad religiosa afectaba a la Iglesia católica sólo muy subsidiariamente porque las relaciones jurídicas de la Iglesia católica con el Estado español se basan en los Acuerdos del año 1979, que siguen y seguirán vigentes. Sea cual sea el texto de la nueva ley, este principio queda intocado. La ley de libertad religiosa existente es muy buena. Nos preguntamos todos: ¿y a qué viene una nueva ley? La respuesta no la encontramos.

Inmigración:

Creo que hay poca unidad a la hora de tratar el problema por parte de los Gobiernos europeos y de la Unión Europea, de forma que cada país de los más afectados está tratando de organizar su fórmula política para resolver el problema. No podemos rechazar, no podemos condenar a muerte a los que se lanzan al mar, para encontrar trabajo, casa y vida en otros países de Europa. Yo creo que los principios de la doctrina social de la Iglesia son claros respecto a este punto. Hay un derecho a la emigración cuando no se encuentran condiciones de vida en los países de los que se emigra, pero también hay un derecho a la regulación del proceso migratorio, en función del bien común del país y de la sociedad a la que llegan los emigrantes. Son dos principios muy generales que necesitan concreción política y jurídica. Y en ese proceso nos encontramos con problemas concretísimos, que a veces nos desbordan.