El cardenal Osoro pide «perdón públicamente» por los abusos
En una entrevista en El Objetivo de laSexta, subrayó que es «clave» preocuparse por las víctimas y escucharlas como está haciendo el Proyecto Repara de la diócesis
«Yo pido también perdón públicamente. Es grave, es dramático». Así se expresó el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, este miércoles, 27 de octubre, al ser cuestionado por la periodista Ana Pastor por los abusos sexuales en el seno de la Iglesia.
En una entrevista en El Objetivo de laSexta, subrayó que es «clave» preocuparse por las víctimas y escucharlas como está haciendo el Proyecto Repara de la diócesis, que «no está en el Obispado para que la gente pueda ir más libremente» y que tiene al frente a «un laico y profesionales».
«Las víctimas son sagradas. […] La preocupación mía no es la cifra, es la persona. Es quién ha sido víctima de un abuso por parte de alguien que tiene una responsabilidad en la Iglesia», aseveró, compartiendo en directo hasta la web del Proyecto Repara, donde se recogen datos de contacto, protocolos e informes anuales.
Con el Sucesor de Pedro
Preguntado por el Papa Francisco, el purpurado señaló que es «el Sucesor de Pedro» como antes lo fueron san Juan Pablo II y Benedicto XVI –quienes lo enviaron a pastorear Orense y Oviedo, y Valencia, respectivamente–, y destacó que, cuando algunos creyentes lo atacan, «están estropeando su propia identidad porque un católico no se entiende a sí mismo sin el Sucesor de Pedro».
El arzobispo incidió, asimismo, en que el Papa tiene muy claro el «mandato» que «tenemos todos los cristianos» de «Id por el mundo y anunciad el Evangelio» y sabe que «estamos en una época nueva, en la que tenemos que asumir que tenemos que salir a misión», sin creer que «está todo evangelizado». «Cualquier cristiano, si no está unido al Sucesor de Pedro, que se lo vea. ¿Qué católicos somos?», abundó después.
En este sentido, el cardenal Osoro valoró la aportación de sus encíclicas: en Lumen fidei, escrita a cuatro manos con Benedicto XVI, habla de la fe y de «la necesidad que tenemos de expresar la presencia de Dios en esta Tierra»; en Laudato si «nos ha dicho que cuidemos el templo más grande, que tenemos que este mundo», y en Fratelli tutti apela a construir la fraternidad, recordando que «un cristiano, cuando reza el padrenuestro que salió de labios de Jesús, está reconociendo un título, hijo de Dios, y otro título, que es hermano de todos los hombres».
«Dios nos ha dado este mundo para que lo cuidemos –insistió–. Con la pandemia hemos descubierto una cosa muy importante: estábamos haciendo la cultura del tener, de desarrollo a costa de lo que fuere, y nos hemos dado cuenta de que hay que cambiar de paradigma y pasar a la cultura del cuidado. Cuidarnos unos a otros supone cuidar este mundo para que todos puedan tener lo que es necesario. O seremos un desastre. Uno no puede dejar de ver que hay once millones de personas en situación exclusión en España. ¿Cómo el Papa no va a hablar de estas cosas?».
Del Gobierno al aborto
Durante la entrevista, Pastor también le planteó: «Si yo a usted le digo PSOE y Podemos, ¿cómo le suena?, ¿le provoca rechazo?, ¿le parece que forma parte del juego democrático?». «Forma parte del sistema democrático que tenemos en el cual dos partidos pueden unirse para formar Gobierno como lo han hecho ahora. A unos les puedes gustar más y a otros menos, pero está dentro de las reglas que nos hemos puesto los españoles», explicó, apelando al diálogo y al encuentro.
En este contexto, a hilo del debate político, la periodista también planteó qué pasa con los migrantes y con ciertas posturas contrarias a la acogida, a lo que el cardenal Osoro respondió que hay «derecho» a migrar. Aunque «habrá que regularlo» –dijo–, «es obligación nuestra acoger» porque, «si no, qué estamos haciendo, ¿estamos haciendo guerras entre unos y otros?, ¿estamos deshaciendo personas o construyendo personas para este mundo?». «Todos somos hijos de Dios», remarcó.
«¿También los homosexuales?», inquirió Pastor. «Cuando rezo el padrenuestro, siento que tengo que ir a todos –aseguró el purpurado–. No tengo que hacer excepción ninguna, porque son hijos de Dios y hermanos míos, […] lo cual no quiere decir que haya cosas en las que igual no coincida. Son mis hermanos, lo que no puedo decir es «te echo de aquí». Eso no lo hizo Jesucristo tampoco».
«¿La homosexualidad es una enfermedad?», volvió la conductora de El Objetivo. «No, por supuesto», respondió, poniendo el foco en que la Delegación de Laicos, Familia y Vida está trabajando con familias con hijos homosexuales porque «la misión que Jesús nos ha dado la Iglesia es encontrarnos con los hombres en la situación en la que estén».
«¿Y las mujeres que abortan?». «Por principio digo que la vida no se puede eliminar de este mundo y, por tanto, estoy en contra del aborto […] y me acerco a situaciones, que alguno está viviendo a costa de ello. Lo que no puede ser es que nadie dé un grito en España cuando hay 90.000 abortos el año pasado. Yo defiendo y trabajo para que todos puedan vivir».
Al terminar el encuentro, Pastor contó a cámara que el purpurado le había regalado un ejemplar de su libro Mi maestro fue un preso (Sal Terrae), en el que intercambia cartas con internos de Soto del Real.