El cardenal Omella visita Notre Dame sin salir de Barcelona

El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella se ha estrenado por primera vez como espectador en el Mobile World Congress (MWC). Ha asistido esta tarde invitado por Orange, la principal compañía de telecomunicaciones en Francia, que le ha permitido vivir la experiencia de realidad inmersiva Eterna Notre Dame, que adentra al usuario en la historia de la catedral parisina.

La directora general de Regulación de Asuntos Públicos y Sostenibilidad, Luz Usamentiaga, y la manager Territorial de Cataluña de Relaciones Institucional, Montse Cereza, han recibido el cardenal en la entrada de Fira Barcelona, ​​donde también le ha saludado el actual director de la institución, Constantí Serrallonga.

Proyecto Eterna Notre Dame

En el stand de Orange, según ha informado el arzobispado de Barcelona, le esperaban el presidente y el CEO de Orange en España, Gervais Pellessier y Jean François Fallacher, respectivamente, así como, Ignacio de Orue, deputy chief People Officer de Orange. Estos han explicado al cardenal Omella en que consiste esta experiencia que se ha realizado sobre la catedral de Notre Dame.

La iniciativa tecnológica ha querido contribuir de forma proactiva con el proyecto de restauración colectiva de la catedral de Notre Dame, necesaria después del trágico incendio que tuvo lugar el 15 de abril de 2019. Grupo Orange, aparte de contribuir económicamente en la reconstrucción, paralelamente y usando la tecnología, ha dado vida en formato virtual a este monumento emblemático del patrimonio religioso.

Acercar el patrimonio cultural

Se trata de una iniciativa cultural y tecnológica para poder realizar un recorrido virtual por las diferentes etapas históricas del templo. Con unas gafas, permite viajar en el tiempo y adentrarse en la historia de la catedral de París, desde su construcción en la Edad Media hasta el actual proyecto de restauración.

Después de la explicación, el arzobispo Juan José Omella ha podido vivir la experiencia de primera mano, con unas gafas de realidad virtual que le han permitido conocer la catedral de Notre Dame desde una nueva perspectiva. «Ha sido una experiencia muy emocionante. Aplaudo esta iniciativa tecnológica que permite acercar el patrimonio artístico de la Iglesia a todo el Pueblo de Dios», ha declarado el cardenal.