El cardenal Omella pide respeto para la intimidad de Novell tras su renuncia - Alfa y Omega

El cardenal Omella pide respeto para la intimidad de Novell tras su renuncia

Reconoce que le sorprendió la noticia y comparte «el dolor» con su familia y la diócesis

Fran Otero
El cardenal Omella se ha reunido este jueves con los responsables de los distintos departamentos de la CEE. Foto: Fandiño.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella, ha pedido este jueves que se respete la intimidad del obispo emérito de Solsona, Xavier Novell, tras las numerosas informaciones que han ido apareciendo en los últimos días sobre los motivos de su abandono.

«Me duele que la gente inventa y va haciendo un relato un poco morboso. Hay que respetar la intimidad de las personas. Delante de una persona que tiene sus razones para dejar su ministerio como en tantas situaciones dolorosas, lo que hay que hacer es respetar la intimidad y no hacer una novela morbosa y machacar a las personas», ha explicado el purpurado en declaraciones a los periodistas tras la presentación del documento Fieles al envío misionero.

Asimismo, ha reconocido que la renuncia le ha pillado también a él por sorpresa, pues «no sabía nada» —tampoco conoce las razones— y ha añadido que comparte «el dolor de su familia y el dolor de la Iglesia de Solsona», que han quedado «sorprendidos y tocados». Igual que todos los obispos de Cataluña, que compartían con Novell reuniones periódicas.

El cardenal Omella ha explicado que tras conocerse su salida del episcopado le envió un correo para interesarse por él y ofrecerle la ayuda de la Iglesia, a lo que el ya emérito de Solsona respondió con agradecimiento.

Con todo, ha recalcado la necesidad «de valorar a tantas personas que lo están haciendo bien», entre obispos, sacerdotes, padres de familia. «Somos pecadores y hay que pedir perdón, pero también valorar a las personas que son fieles», ha completado.

Diálogo en educación y migraciones

En otro orden de cosas, ha avanzado que la Conferencia Episcopal tendrá próximamente una reunión, aunque no está fijado el día, con la nueva ministra de Educación, Pilar Alegría. Y ha recalcado que en este campo es fundamental el diálogo, que, según ha reconocido, no ha existido durante la tramitación de la LOMLOE.

«A ver si lo logramos mantener el diálogo —que quiere decir escuchar, compartir…— y avanzamos por el bien común», ha dicho.

Sobre la cuestión de las migraciones, ha mostrado su preocupación por la situación de los menores de Ceuta, al tiempo que ha avalado el trabajo de la Iglesia católica a través de Cáritas, y ha recalcado la necesidad de poner en práctica los cuatro verbos que propone el Papa —acoger, promover, proteger e integrar— en la recepción de los refugiados afganos que han llegado a España.

En este sentido, ha insistido en que la acogida debe hacerse en diálogo con todas las instituciones ha señalado la voluntad de la Iglesia de colaborar como hace habitualmente. Puso el ejemplo de los cubanos que llegaron a nuestro país en la crisis de 1959.

El purpurado se ha referido, en lo que respecta a temas de actualidad, al ascenso del precio de la luz y ha declarado que «es uno de los dolores que tiene nuestra sociedad de hoy» y que va a afectar sobre todo «a las familias más pobres».

El contexto para la evangelización

Sobre el documento Fieles al envío misionero, aprobado por la Asamblea Plenaria el pasado mes de abril y publicado en julio, el cardenal Omella ha explicado que pretende responder a la pregunta de cómo debe ser la evangelización de hoy. Así, ha lamentado que entre los católicos todavía haya «un poco de cobardía» a la hora de mostrar lo que son y ha animado «a ser valientes, a decir con normalidad lo que uno vive y sus valores». Se trata, ha completado, de «no doblegarse a la moda».

En este sentido, el secretario general y portavoz de la CEE, Luis Argüello, ha afirmado que uno de los desafíos que afronta la Iglesia en estos momentos tiene que ver con una propuesta global que se pone de manifiesto en medidas legislativas en todos los continentes —sobre el aborto, la familia, la comprensión de lo humano…— y que en estos momentos es la «cultura dominante».

El también obispo de Valladolid ha dicho que, en ocasiones, en la Iglesia «nos despistamos cuando pensamos que los asuntos familiares, de la cultura de la vida o de la antropología son de una dimensión de la moralidad, y los asuntos políticos, el capitalismo global, las migraciones o la subida de la luz de otro apartado». Y ha agregado: «La propuesta que nace de la fe es integral de economía, de sistema político, de comprensión antropológica y familias».

Hacia el interior, ha destacado problemas que tienen que ver con la «mundanidad» que tanto cita el Papa y que se ejemplifican, ha dicho, en los casos de abusos o en la gestión de los bienes de la Iglesia.