El cardenal Becciu grabó una conversación privada con el Papa - Alfa y Omega

El cardenal Becciu grabó una conversación privada con el Papa

El que fuera número dos de la Secretaría de Estado del Vaticano está siendo juzgado también por una supuesta asociación ilícita

Redacción
El cardenal Becciu habla con periodistas durante una rueda de prensa en Roma el 25 de septiembre de 2020. Foto: CNS.

Tras la audiencia número 37 del juicio por las irregularidades en la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado, de la que el cardenal Becciu fue número dos entre 2011 y 2018, el fiscal de la Santa Sede, Alessandro Diddi, confirmó este jueves que el purpurado está siendo investigado también, junto a otras tres personas, por una supuesta asociación ilícita.

La Guarda de Finanza italiana ha facilitado información sobre una investigación a la Cooperativa Spes, de Cerdeña, liderada por Antonino Becciu, hermano del cardenal Becciu. Según lo revelado, la cooperativa realizó facturas falsas para justificar el uso de sus fondos.

Informa Antonio Olivié, corresponsal en Roma de El Debate, de que se trata de «facturas falsas sobre la entrega de pan a parroquias que, al parecer, nunca llegó a su destino». La Guardia de Finanza «ha ido parroquia por parroquia a verificar la firma que figura en el recibo de entrega y nadie ha reconocido los documentos. La falsificación afectaría a 18.000 kilos de harina». El fiscal del Vaticano ha asegurado que la Cáritas local de Ozieri estaba controlada por la familia del cardenal Becciu.

Pero lo más «inquietante» de esta audiencia, según el fiscal, ha sido la aparición, en el teléfono de una sobrina de Becciu, de una grabación de una llamada telefónica entre el cardenal y el Papa Francisco el 24 de julio de 2021, tres días antes de la apertura del juicio por malversación y diez días después de que el Pontífice recibiera el alta tras su operación de colon.

La conversación solo pudo ser escuchada por los jueces y abogados de las partes, pero según el fiscal —y como recoge AP— se escucha a Becciu decir a Francisco: «Usted ya me ha condenado, es inútil que se haga el proceso». Y después pedía al Pontífice que dijera que le había autorizado a hacer pagos de varios cientos de miles de euros a la sociedad británica Inkerman, una empresa que medió para la liberación de una religiosa en África.