El cardenal Baggio camina por el desierto en solidaridad con los migrantes

Reflexionar juntos sobre los nuevos desafíos planteados por los recientes flujos migratorios y profundizar en la colaboración regional entre las iglesias de México, Canadá y Estados Unidos para el acompañamiento pastoral a los migrantes. Estos son los objetivos del encuentro organizado por las conferencias episcopales de los tres países que tuvo lugar recientemente en El Paso (Texas, EE. UU.).

En el evento, que tuvo como lema Lo vio, se acercó y cuidó de él, participó el cardenal Fabio Baggio, subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que estuvo presente en todos los actos previstos. Entre ellos, la visita a uno de los centros de acogida para migrantes situado en El Paso, donde Baggio presidió la Eucaristía en recuerdo de san Óscar Romero, arzobispo y mártir de El Salvador, país del que precisamente llegan muchos migrante debido a la situación de violencia que se vive allí.

Además, los participantes también contaron con un momento de oración interconfesional dirigido por el Obispo Seitz, obispo de El Paso y presidente del comité sobre migración de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, en memoria de todas las personas que son víctimas de las rutas migratorias.

Uno de los momentos más importantes del encuentro fue cuando todos los presentes, incluidos obispos, directores de las oficinas nacionales de pastoral migratoria, religiosos y laicos comprometidos con la pastoral migratoria de los tres países, recorrieron a pie una pequeña parte del trayecto que hacen los migrantes en el desierto. Allí, casi en la frontera con México, el obispo de Matamoros y delegado de la Conferencia Episcopal Mexicana para la pastoral de las migraciones, Eugenio Lira Rugarcía, presidió la Eucaristía en un altar de piedra construido por la gente. La Misa fue celebrada en memoria de los migrantes que murieron cruzando el desierto en la fiesta de la Anunciación.

El cardenal Baggio, en su intervención, compartió una reflexión sobre la importancia de la colaboración intereclesial para garantizar un acompañamiento adecuado y una solidaridad concreta hacia los hermanos migrantes frente a los nuevos desafíos globales. La jornada finalizó con una Eucaristía en la catedral mexicana de Ciudad Juárez en recuerdo de las casi 40 víctimas del incendio del pabellón donde se alojaban personas migrantes en 2023. Después, el prelado visitó la Casa del Migrante de Ciudad Juárez y almorzó con las familias migrantes allí acogidas.