El Camino del Anillo arranca temporada
La peregrinación, que recrea la historia de El Señor de los Anillos por la sierra Norte de Madrid, inaugura su tercera temporada con planes familiares hobbits o élficos y con mejoras en la logística
Decía Chesterton que «los cuentos de hadas superan la realidad no porque nos digan que los dragones existen, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos». Los responsables del Camino del Anillo, la mayor ruta de montaña inspirada en El Señor de los Anillos en España, recogen la idea: «Quizá no mates a este dragón que está destruyendo al país de las hadas, pero sí, y esto es lo más importante, puedas empezar a destruir parte del dragón que se está comiendo tu propia alma».
El Camino del Anillo es un proyecto de la Fundación Laudato Si, vinculada al Arzobispado de Madrid, y fue inaugurado por el cardenal Osoro en el verano de 2020. Es un camino de naturaleza que recorre 128 kilómetros en ocho etapas por distintos municipios de la sierra Norte de Madrid. En ellos vieron los promotores de la idea los mismísimos escenarios de la Tierra Media que J. R. R. Tolkien describe en su obra culmen. Así, La Hiruela es Rivendel, Buitrago se convierte en Bree o Puebla, en Moria. Pero también apreciaron en la historia de Frodo Bolson, el protagonista, la de cualquier hombre llamado a vivir la aventura de su vida.
Pablo Martínez de Anguita, el director del proyecto, sitúa al pequeño hobbit como «el hilo conductor» de la ruta, que se convierte en una peregrinación en la que el caminante «va creciendo en vida interior»: como Frodo, se tiene que desinstalar, saliendo de las comodidades de su Comarca, pone en juego su libertad, se encuentra con una compañía, y con ella camina hacia el fuego, «el Espíritu Santo», en un camino que es un «despertar a la vocación, a lo que estés llamado».
La novedad más destacada de esta tercera temporada es que la ruta se abre a las familias, con «planes hobbits o élficos» en función de sus intereses. La organización proporciona manutención, alojamiento y traslados, y se ha implementado la logística con albergues, casas particulares y hoteles. Además, «hemos acortado etapas para que sea más llevadero» y haya más tiempo por las tardes para las actividades, la oración y el descanso. En este sentido, también se han elaborado ya los audios de todas las catequesis de cada día.
La propuesta es hacer la peregrinación completa, pero se pueden disfrutar también planes de un día –como el que hicieron el pasado mes de mayo un grupo de padres del colegio Fuenllana–, de fin de semana, o plantearse el camino por cuenta de cada uno siguiendo las pautas que ofrece la organización en su web, elcaminodelanillo.es. Para atender a los peregrinos hay un nutrido equipo de voluntarios (montaraces), muchos de ellos caracterizados como los personajes más destacados de la obra de Tolkien. «Vienen porque quieren servir en la caridad» en una ruta que, como la propia historia de Frodo, no es un «caminar por caminar», concluye Anguita.
El pasado 31 de mayo la archidiócesis de Toledo realizó en Córdoba la última presentación de su credencial del peregrino a Guadalupe, un documento para certificar el recorrido completado hasta la imagen de la Virgen, que también aspira a ayudar al peregrino a darse cuenta de la trascendencia espiritual del camino a Guadalupe.
La presentación corrió a cargo de Javier Gómez-Elvira, delegado para el Cuidado de la Creación de Toledo, y Raúl Muelas, provicario general de la diócesis, que anima a los sacerdotes «a que establezcan una pastoral del peregrino» con la idea de «ir sembrando para que toda esta labor pueda dar su fruto más adelante».