Toledo presenta la credencial del peregrino a Guadalupe
El documento es una herramienta que aspira a ayudar al peregrino a darse cuenta de la trascendencia espiritual de la ruta a Guadalupe. «La Virgen ha cambiado la vida a muchos jóvenes», asegura el provicario general de la archidiócesis
La diócesis de Córdoba acogió el pasado 31 de mayo la última de las presentaciones de la credencial del peregrino a Guadalupe, que certifica el recorrido a través de los diferentes itinerarios para llegar ante la imagen de la morenita de las Villuercas, a pesar de que la ruta desde la ciudad mozárabe hasta la basílica toledana no está reconocida, por el momento, como uno de los 23 trazados oficiales que se detallan en la credencial.
El motivo de que se hiciera en Córdoba un acto de estas características, unos días después del que se celebró en Sevilla –que sí cuenta con un camino oficial recorrido anualmente por una gran afluencia de peregrinos–, tiene que ver con el origen del actual prelado de la diócesis, Demetrio Fernández. «Es de Puente del Arzobispo. Esta localidad toma el nombre del arzobispo Tenorio de Toledo, que mandó construir un puente en una zona despoblada para que los peregrinos pudieran cruzar el río sin riesgo de morir ahogados», explica Raúl Muelas, provicario general de la archidiócesis de Toledo. «Al amparo de este puente surgió en el siglo XIV una población» en la que tiempo después nació Fernández, «que es muy devoto de la Virgen de Guadalupe».
De hecho, los jóvenes de la diócesis cordobesa peregrinan desde hace más de 20 años al santuario mariano y, para ello, utilizan un recorrido que no se descarta que pueda ser declarado oficial en las siguientes ediciones de la credencial. «Cuando el arzobispo nos encargó la creación de la credencial se formó un grupo de estudio para la investigación de los diferentes caminos. Después de una primera fase de estudio, salieron los 23 trazados que aparecen en el documento, pero hay otras rutas que todavía hay que analizar», explica Javier Gómez-Elvira, delegado diocesano para el Cuidado de la Creación, que también participó junto a Muelas en la presentación en la diócesis de Córdoba. «Vamos a ir ampliando la credencial y no descartamos hacer más presentaciones en otros puntos de España, incluso una vez acabado el Año Jubilar», añade Muelas. «La idea es utilizar el documento de forma permanente a partir de ahora como se hace, por ejemplo, en Compostela».
Además de los trazados oficiales, la credencial cuenta con una serie de recuadros en los que los peregrinos deben ir poniendo los sellos de los lugares por los que van pasando. «Nuestra intención es que luego ese documento con los sellos sea el que los peregrinos tengan que presentar para recibir la guadalupense, que sería algo similar a la compostela que acredita que se ha completado el camino», aunque «esto todavía no se ha implementado», asegura el provicario.
Un camino espiritual
Al margen de trazados y sellos, la credencial sobre todo es una herramienta que aspira a ayudar al peregrino a darse cuenta de la trascendencia espiritual del camino a Guadalupe. «Esta credencial recoge la oración del peregrino y una oración a la Virgen de Guadalupe Se invita así a los peregrinos a recordar que caminan hacia la casa de la Madre, casa de sanación y conversión», se lee cuando uno despliega el documento, disponible en la página web guadalupejubileo.com así como en el real monasterio de Guadalupe y en las sedes de los obispados de Toledo, Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres, Plasencia, Sevilla y Córdoba.
En este sentido, el provicario general anima a todos los sacerdotes que atienden alguna de las localidades por las que pasa el camino «a que establezcan una pastoral del peregrino. Es decir, que haya una acogida, que se pueda rezar con ellos, que se los bendiga y que se los envíe de etapa en etapa hasta llegar al final». Se trata de «ir sembrando para que toda esta labor pueda dar su fruto más adelante», concluye Raúl Muelas, quien, sin embargo, ya ha visto «grandes transformaciones». Desde Talavera de la Reina «llevamos 30 años peregrinando con jóvenes al comenzar el otoño y a muchos de ellos Guadalupe les ha cambiado la vida».
El pasado sábado, 4 de junio, la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe acogió la Jornada de Fin de Curso Pastoral 2021-2022, a la que acudieron más de 2.500 peregrinos llegados desde todos los puntos geográficos de la archidiócesis de Toledo. Los asistentes, que pudieron ganar el jubileo guadalupense, participaron también en la asamblea final que cerró la fase diocesana del Sínodo. «Se presentó la síntesis de los trabajos de los grupos sinodales, se escucharon los testimonios de un joven, un matrimonio y una religiosa, hubo tiempo también para diferentes danzas tradicionales y el día se cerró con el rezo de las vísperas de Pentecostés», señalan desde la archidiócesis.