«El bautismo es un nuevo cumpleaños porque se nace a la vida de la gracia»

Tras presidir los bautizos en la capilla Sixtina, el Papa se ha asomado a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico para dirigir el ángelus de esta fiesta del bautismo del Señor. A partir de la lectura del Evangelio de la jornada, Francisco ha reflexionado sobre el sentido del bautismo. Primero ha explicado que el bautismo de Cristo en el Jordán inaugura su ministerio y «de este modo, muestra que quiere estar cerca de los pecadores, que ha venido por ellos, por todos nosotros que somos pecadores». Por eso, Francisco ha recordado que el bautismo de Jesús en el que se revela que es el Hijo de Dios también «nos habla de nuestro bautismo que nos ha hecho hijos de Dios».

A continuación, ha insistido en que mediante el bautismo «Dios entra en nosotros y sana y purifica nuestro corazón del pecado, nos hace hijos suyos para siempre, su pueblo y familia, herederos del Paraíso». Así, «Dios se hace íntimo a nosotros y ya no se va. Por eso, es importante conocer el día de nuestro bautismo y conocer su fecha. Por eso, os pregunto y que cada uno se pregunte: ¿recuerdo la fecha de mi bautismo», ha invitado una vez más el Pontífice que ha asegurado que el bautismo es «un nuevo cumpleaños porque con el bautismo se nace a la vida de la gracia».

«Démosle gracias también por nuestros padres, que nos llevaron a la pila bautismal, por quien nos administró el sacramento, por el padrino y la madrina, por la comunidad en la que lo recibimos», ha añadido.

Tras la oración mariana, Francisco ha enviado un saludo a las comunidades de oriente que celebran la Navidad en esta jornada según el calendario juliano. Ha deseado que «el nacimiento del Señor Jesús os colme de luz, caridad y paz». Paz ha pedido un día más para Ucrania, Israel y Palestina. Y se ha acordado este domingo de Colombia y su tortuoso proceso de «paz total»: «Os invito a que os unáis a mi oración para la liberación sin condiciones de todas las personas actualmente secuestradas en Colombia. Este gesto, que es un deber delante de Dios, favorecerá también un clima de reconciliación y paz en el país».