«El aumento de las emergencias y la reducción de recursos son una combinación explosiva»
ACNUR advierte de que más de 120 millones de personas han sido desplazadas por la violencia y los conflictos
La crisis humanitaria global alcanza niveles alarmantes. Con más de 120 millones de personas desplazadas por conflictos y violencia, los recortes en la financiación internacional ponen en riesgo la supervivencia de millones. En declaraciones a la prensa vaticana, Filippo Ungaro, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), advierte de que «la crisis de financiación conduce a una crisis de responsabilidad y tendrá repercusiones no solo en la vida de las personas, sino en la estabilidad de regiones enteras».
Las principales afectadas son las mujeres, los niños y los refugiados, quienes pierden acceso a servicios esenciales. Según Ungaro, «ellas están expuestas a violaciones y abusos, mientras que los niños corren el riesgo de acabar siendo víctimas del trabajo infantil, la trata o el matrimonio precoz».
Los países con mayor número de desplazados, como Sudán, Sudán del Sur y Chad, enfrentan una situación dramática. «Menos alimentos, menos agua, menos protección», resume el portavoz. Se estima que 13 millones de refugiados, incluidos 6,3 millones de niños, podrían quedarse sin atención médica. En Bangladesh, cerca de un millón de refugiados están en riesgo de perder el acceso a servicios sanitarios básicos, lo que dejaría sin atención prenatal a 40.000 mujeres embarazadas y sin tratamiento a 19.000 niños desnutridos.
La falta de fondos también amenaza el acceso a la educación. «Miles de niños refugiados no podrán ir a la escuela, exponiéndolos a un futuro de explotación y pobreza», señala Ungaro. Hace una década, el número de refugiados era la mitad del actual, y actualmente «el aumento de las emergencias y la reducción de recursos son una combinación explosiva».
Ungaro subraya que la crisis no solo es una cuestión de ayuda, sino de seguridad global. «Se habla mucho de seguridad, pero esta pasa también por la estabilización de las poblaciones y el desarrollo de los países afectados». recuerda. Citando al Papa Francisco, destaca la necesidad de recuperar el sentido de «comunidad humana» y priorizar la cooperación al desarrollo.
Finalmente, Filippo Ungaro insta a gobiernos y empresas a mantener sus compromisos financieros. «Apreciamos la decisión de Italia de no reducir los fondos humanitarios, pero necesitamos que otros países liberen la financiación prometida», declara. A su juicio, la falta de acción podría dejar millones de vidas desprotegidas. Y concluye alegando que «necesitamos una intervención decisiva para frenar las consecuencias de esta crisis financiera».